Entrada ¨Lagrimas¨

🔹️"El arte,el artista y otras cuestiones"

🔹️Marcelo Rubéns Balboa《Artista plástico,Montevideo,Uruguay🇺🇾》 En la actualidad,estamos inmersos en un mundo alocadamente globalizado,don...

viernes, 17 de octubre de 2025

•La clase media es un invento del sistema capitalista• 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️


Durante siglos,la humanidad ha estado dividida en clases sociales,no por naturaleza,sino por la estructura misma del sistema económico que impera. 

En el capitalismo,esa estructura necesita del engaño para sostenerse,y uno de sus mayores artificios ha sido la invención de la llamada “clase media”.

El capitalismo,desde su nacimiento,se ha caracterizado por la concentración de la riqueza en manos de una minoría: la burguesía. 

Frente a ella,la gran mayoría —el proletariado— produce,trabaja y sostiene con su esfuerzo la maquinaria de acumulación. 

Sin embargo,para evitar que los trabajadores reconozcan su verdadera posición en la pirámide social y se organicen contra quienes los explotan,el sistema ideó una categoría intermedia: la “clase media”,una ilusión de ascenso y estabilidad.

Este grupo,según la narrativa dominante,estaría compuesto por profesionales,pequeños comerciantes,empleados o técnicos con cierto poder adquisitivo. 

Pero en realidad,su supuesta independencia es frágil: dependen del salario,del crédito,del consumo y de las crisis que las grandes corporaciones y los bancos provocan cíclicamente. 

Son trabajadores disfrazados de propietarios, prisioneros de la deuda,del miedo a “caer” y del deseo de “subir”.

El sistema necesita que la clase media se crea diferente al obrero,que mire hacia arriba aspirando a ser rica,en lugar de mirar hacia los costados y reconocerse en la misma lucha. 

Así,el capitalismo perpetúa su hegemonía cultural y económica,alimentando la competencia entre iguales en lugar de la solidaridad entre explotados.

La llamada “clase media” es,entonces,una invención útil: amortigua los conflictos,debilita la conciencia de clase y actúa como muro ideológico entre el capital y el trabajo. 

Se le concede un espejismo de bienestar —un auto,un crédito hipotecario,unas vacaciones— mientras el capital se asegura su obediencia.

En tiempos de crisis,esa ilusión se desvanece. 

La inflación,los despidos y la precarización revelan que no existe tal clase intermedia,sino una única realidad: la del trabajador que vive de su esfuerzo y que,en cualquier momento, puede caer al abismo de la pobreza.

Reconocer que la clase media es una creación artificial del sistema es el primer paso hacia la conciencia. 

Solo cuando los pueblos comprendan que todos los que viven de su trabajo pertenecen a la misma clase —la trabajadora— será posible romper las cadenas del engaño y avanzar hacia una sociedad verdaderamente justa,donde nadie viva del esfuerzo ajeno ni de ilusiones impuestas por el poder.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️

jueves, 16 de octubre de 2025

•Si el fascismo quiere resurgir como la peste,tendrá que resurgir su vacuna: el comunismo •☭


En los momentos más oscuros de la historia, cuando el miedo se disfraza de orden,cuando la mentira se viste de bandera y cuando los poderosos intentan volver a someter a los pueblos con la bota y el fusil,el fascismo reaparece como una peste que se alimenta de la desesperanza. 

Es en esos instantes cuando la humanidad necesita recordar que ya existe una vacuna probada en la historia: el comunismo.

El fascismo no es solo una ideología autoritaria; es el instrumento último de la burguesía cuando siente que pierde el control sobre los trabajadores. 

Es el rostro más brutal del capitalismo en crisis,que busca salvar sus privilegios mediante la violencia,el nacionalismo extremo y la represión de toda organización obrera. 

En el pasado,el fascismo se levantó sobre el hambre,la desinformación y el miedo, proclamando ser “anticomunista” porque el comunismo era —y sigue siendo— la única alternativa real a su dominio.

Por eso,cada vez que la historia muestra síntomas de fascismo —xenofobia,persecución política,culto al líder,censura del pensamiento crítico,odio a los pobres— también debe aparecer su antídoto: la conciencia de clase,la organización colectiva,la solidaridad internacionalista,la lucha obrera y la bandera roja que representa la emancipación del ser humano. 

Eso es el comunismo: la defensa activa de la vida frente a la barbarie.

Hoy,en pleno siglo XXI,cuando los medios manipulan y los gobiernos se arrodillan ante los intereses de las corporaciones,algunos pretenden reescribir la historia y pintar al fascismo como “una opción política más”. 

No lo es. 

Es una enfermedad social que solo puede ser detenida con la fuerza de la verdad,la justicia y la unión de los pueblos trabajadores.

Si el fascismo quiere resurgir como la peste, tendrá que resurgir su vacuna: el comunismo. Porque no hay otra doctrina que haya enfrentado al fascismo en los campos de batalla,en las fábricas,en las universidades y en las calles con tanta coherencia y sacrificio. 

Cada vez que el capitalismo se pudre y genera monstruos,el comunismo se convierte nuevamente en la esperanza,en el llamado urgente a reconstruir un mundo sin opresores ni oprimidos.

Y así será otra vez. 

Si el fascismo intenta volver,encontrará de pie a los pueblos conscientes,empuñando no el odio,sino la razón,la organización y la historia. 

Porque donde el fascismo destruye,el comunismo construye. 

Donde el fascismo siembra muerte,el comunismo siembra futuro. ☭

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️


❗❗Injerencia e impunidad: la CIA y la soberanía venezolana❗❗


La reciente revelación de que el presidente estadounidense Donald Trump autorizó a la CIA a penetrar en territorio venezolano constituye un acto de agresión directa contra la soberanía de una nación libre y un precedente gravísimo en materia de derecho internacional. 

No se trata de un hecho aislado,sino de la continuidad histórica de una política imperial que considera a América Latina su “patio trasero”.

Estados Unidos,amparado en su supuesta “defensa de la democracia”,lleva décadas interviniendo política,económica y militarmente en los asuntos internos de los países de la región. 

Desde Guatemala en 1954 hasta Chile en 1973, pasando por Nicaragua, Cuba y ahora Venezuela,el modus operandi ha sido siempre el mismo: desestabilizar gobiernos populares,sembrar caos y luego presentarse como salvadores.

Que la CIA haya recibido luz verde para operar dentro de Venezuela revela el carácter criminal de la política exterior estadounidense. Bajo el disfraz de operaciones de “inteligencia” para combatir el supuesto narcotráfico qué,según ellos,opera desde Venezuela y que lo encabeza Nicolás Maduro,el imperio vuelve a atacar al país caribeño.

Pero,lo que realmente buscan es sabotear infraestructuras,fomentar divisiones dentro del Ejército y la población,e incluso preparar el terreno para un golpe de Estado o intervenciones más abiertas. 

Es la guerra híbrida en su máxima expresión: psicológica,mediática,económica y encubierta.

Lo verdaderamente inaceptable es que estas acciones violan todos los principios de la Carta de las Naciones Unidas. 

Venezuela no es una colonia,y su pueblo tiene el derecho irrenunciable de decidir su destino sin la tutela ni las maniobras de Washington.

El silencio cómplice de gran parte de la prensa occidental y de los organismos internacionales también resulta elocuente: cuando el agresor es Estados Unidos,todo se disimula bajo eufemismos como “operación de inteligencia” o “seguridad hemisférica”. 

Pero si un país soberano se defiende,de inmediato se lo tilda de “régimen autoritario”.

La CIA,símbolo de la injerencia y del espionaje global,no puede actuar impunemente. 

Los pueblos del mundo deben alzar su voz frente a esta violación flagrante del derecho internacional. 

No se trata solo de Venezuela: se trata del respeto a la autodeterminación de todos los pueblos.

El mensaje es claro: no hay soberanía posible si los imperios siguen decidiendo quién gobierna y quién cae. Venezuela,como tantas veces en su historia,está nuevamente en la primera línea de esa resistencia.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

 

miércoles, 15 de octubre de 2025

👷Los medios de producción en manos de los obreros: ¿cómo se administrarían?👷 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

 

🔸Seré lo más breve y comprensible posible:

•Cuando se habla de poner los medios de producción en manos de los obreros,muchos piensan que se trata de un simple cambio de dueños. Pero no es así. 
•No se trata de que los trabajadores pasen a ocupar el lugar del patrón,sino de transformar desde la raíz la forma en que se organiza la economía,la producción y el poder. 
🔸Es decir: cambiar el modo de producción capitalista por un modo socialista,basado en la propiedad colectiva y la gestión democrática del trabajo.

•Bajo el capitalismo,los medios de producción —fábricas,tierras,maquinarias,bancos,transportes,energía— están concentrados en manos de una minoría que vive del trabajo ajeno. 
Esa minoría decide qué se produce,cuánto se produce,para quién y con qué fin: la ganancia. 
En cambio,cuando los medios de producción pasan a manos de la clase trabajadora,el eje se invierte. 
La producción deja de orientarse al lucro privado y se dirige al bienestar social, 
a satisfacer las necesidades colectivas y no las ambiciones de unos pocos.

🔸Ahora bien,¿cómo se administraría esa nueva estructura económica?

•En primer lugar,a través de consejos obreros democráticos,elegidos por los propios trabajadores en cada fábrica,taller,campo o servicio. 
Estos consejos se encargarían de planificar, coordinar y decidir la producción en función de las necesidades reales de la población. 
Cada consejo sería revocable en cualquier momento,evitando la burocratización y garantizando la participación activa de todos.

•En segundo lugar,mediante una planificación económica central,elaborada por representantes de los consejos obreros de cada sector. 
No se trata de un “Estado que manda desde arriba”, sino de una organización de abajo hacia arriba,donde las decisiones se construyen colectivamente,en base a datos reales,capacidades productivas y prioridades sociales. 
🔸El objetivo: asegurar que los recursos se usen de manera racional,justa y sustentable.

🔸La administración obrera no excluye la técnica ni el conocimiento especializado; los incorpora. 
🔸Ingenieros,científicos y técnicos serían parte de la clase trabajadora organizada,al servicio del bien común y no del capital. 
🔸La diferencia estaría en que sus saberes no serían usados para la explotación ni para el beneficio de una empresa,sino para el progreso de todos.

•En esta forma de organización,la competencia entre trabajadores desaparece y da lugar a la solidaridad productiva. 
🔸No habría despidos masivos por “baja de ganancias”,ni cierre de fábricas “no rentables”. 
Las unidades productivas se adaptarían a nuevas necesidades,se reconvertirían,se integrarían en planes colectivos. 
🔸La economía dejaría de ser un campo de batalla para transformarse en un organismo social consciente.

🔸Por supuesto,no se trata de una utopía inmediata. Requiere de un cambio político profundo,de la toma del poder por parte de la clase trabajadora organizada,y de una transformación cultural que reemplace el individualismo por la cooperación. 

🔸Pero es posible,y sobre todo,necesario.

•Porque mientras los medios de producción sigan en manos privadas,la sociedad seguirá girando alrededor de la ganancia. 
Y cuando los trabajadores los tomen en sus manos,girará alrededor de la vida.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

martes, 14 de octubre de 2025

•🏅•El Nobel de la Paz y la degradación de un símbolo: el caso de María Corina Machado•🏅•🅿️or Marcelo Rubèns Balboa ✍️

El Premio Nobel de la Paz,alguna vez considerado el más alto reconocimiento a la lucha por la justicia,la libertad y la dignidad humana,parece haber perdido —una vez más— toda conexión con su propósito original. 
La reciente entrega de este galardón a María Corina Machado no solo evidencia la manipulación política que lo atraviesa,
sino que desnuda la hipocresía de los poderes occidentales que lo utilizan como herramienta de legitimación ideológica.

Machado,representante de la oligarquía venezolana y figura emblemática de la derecha más radical del continente,no es precisamente una defensora de la paz. 
Sus discursos,su cercanía con Washington y su constante llamado a la intervención extranjera en su propio país la ubican,más bien,en el lado opuesto de lo que el Nobel debería representar. 
En lugar de promover el diálogo,la autodeterminación de los pueblos y el respeto a la soberanía nacional,su retórica ha estado marcada por la desestabilización,la confrontación y la subordinación a los intereses del imperialismo norteamericano.

En su primera aparición tras recibir el premio,no tardó en acusar al gobierno de Nicolás Maduro de encabezar una red de narcotráfico —sin pruebas—, y en repetir el viejo guión de Washington sobre “la presencia de grupos terroristas” como Hamás y Hezbolá en territorio venezolano. 
También incluyó en sus ataques a Cuba y Rusia,reforzando la narrativa de que todo país que no se someta al eje estadounidense es,por definición,enemigo de la “libertad”.

Pero lo más grave no fueron sus palabras de odio,sino su mensaje implícito: agradeció y le pidió ayuda a su “mentor”,Donald Trump,para “liberar” a Venezuela. 
En ese eufemismo —tan usado por los voceros de la intervención militar disfrazada de “democracia”— se esconde la intención real: entregar la soberanía nacional y poner los recursos del país al servicio de los grandes consorcios extranjeros.

Resulta entonces indignante que el Comité del Nobel premie a quien representa todo lo contrario a la paz. No es la primera vez que lo hace: ya hemos visto cómo figuras que promovieron guerras,sanciones y bloqueos económicos —verdaderos crímenes silenciosos contra los pueblos— fueron presentadas como “campeones de los derechos humanos”. 
Lo que antes era un símbolo moral universal,hoy parece una medalla que el imperialismo otorga a sus operadores más dóciles.

El Nobel de la Paz se ha convertido en un instrumento de propaganda. 
Premia a quienes defienden los intereses de las grandes potencias y castiga,con el silencio,a quienes luchan de verdad por la independencia y la justicia social. 
Mientras tanto,se ignora a líderes,movimientos y organizaciones que resisten día a día los efectos devastadores del capitalismo y las sanciones,defendiendo su soberanía con dignidad.

Los pueblos conscientes del mundo no deben aceptar esta farsa. No se trata solo de Venezuela,sino de la defensa del principio fundamental de la autodeterminación. Rechazar este “premio” a Machado es,en definitiva,rechazar la manipulación política del concepto mismo de paz.

Porque la verdadera paz no se impone con amenazas,bloqueos o invasiones; se construye con justicia social,respeto a la soberanía y solidaridad entre los pueblos. 
Y nada de eso encarna María Corina Machado ni quienes la premian.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 


•Neoliberalismo y socialismo: dos caminos opuestos frente al destino de la clase obrera• 🅿️or Marcelo Rubèns Balboa ✍️


En el corazón de toda disputa política,económica y moral de nuestro tiempo,late una contradicción fundamental: la que enfrenta al neoliberalismo con el socialismo. 

No es solo una diferencia de enfoques sobre cómo administrar la economía;es una disputa entre dos visiones del mundo,dos proyectos de sociedad irreconciliables. 

Uno busca perpetuar la concentración de la riqueza y el poder en manos de unos pocos,y el otro aspira a redistribuirlos para construir una sociedad verdaderamente justa,donde el trabajo y no el capital sea el eje que lo organice todo.

El neoliberalismo,nacido como respuesta a los avances del Estado de bienestar y a las conquistas sociales del siglo XX,se presenta bajo un manto de “modernización” y “libertad de mercado”. 

En la práctica,significa la privatización de los servicios públicos,la flexibilización laboral,la destrucción de sindicatos,la reducción del Estado a su mínima expresión y la entrega de sectores estratégicos al capital privado —nacional o extranjero—. 

En nombre de la eficiencia,convierte derechos en mercancías: la educación,la salud,la vivienda y hasta el agua pasan a depender del bolsillo y no de la dignidad humana.

Para la clase obrera,las consecuencias son devastadoras: salarios estancados,pérdida de poder adquisitivo,empleos precarios,inseguridad laboral,endeudamiento masivo y una vida cada vez más cara. 

El trabajador,convertido en “recurso humano”,deja de ser sujeto político para transformarse en una pieza reemplazable dentro del engranaje del capital. 

El neoliberalismo no libera,sino que encadena con contratos temporales y promesas falsas de “emprendimiento” individual,donde el éxito de uno se construye sobre el fracaso de muchos.

En contraposición,las políticas socialistas parten de una lógica completamente diferente: la economía debe estar al servicio del ser humano,no el ser humano al servicio de la economía. 

El socialismo busca planificar la producción con un criterio social,orientando los recursos hacia las necesidades colectivas. 

La salud,la educación,la energía y la vivienda son derechos garantizados por el Estado,y el trabajo deja de ser una forma de explotación para convertirse en una actividad digna y socialmente útil.

Cuando el socialismo logra materializarse en políticas concretas —control público de sectores estratégicos,redistribución progresiva de la riqueza,fortalecimiento del salario,participación obrera en la gestión— la clase trabajadora se fortalece: gana poder político,seguridad material y capacidad de decisión sobre su propio destino. 

El Estado no es un mero administrador de intereses privados,sino un instrumento de transformación social.

No obstante,el socialismo no es invulnerable. 

Requiere conciencia de clase,participación activa,y una lucha permanente contra las presiones internas y externas del capital. 

Sin esa base organizada,corre el riesgo de ser desmantelado por los mismos mecanismos que el neoliberalismo usa: la manipulación mediática,la corrupción política y el endeudamiento como forma de dominación.

En síntesis,el neoliberalismo necesita una clase obrera sumisa y desorganizada; el socialismo necesita una clase obrera consciente y protagonista

Uno convierte a los trabajadores en consumidores endeudados; el otro en constructores de su propio destino.

Por eso,cuando la clase obrera elige entre uno u otro modelo,no está escogiendo simplemente entre políticas económicas distintas. Está decidiendo entre su sometimiento o su emancipación.

(...)

✓Pues bien,ordenemos el concepto en términos más claros:

🔸El neoliberalismo y socialismo son dos caminos opuestos frente al destino de la clase obrera.

1️⃣ Dos modelos,dos visiones del mundo:

🔸En el centro del debate político contemporáneo se enfrentan dos concepciones antagónicas: el neoliberalismo y el socialismo. 

🔸No se trata simplemente de distintas formas de administrar la economía,sino de dos proyectos civilizatorios opuestos. 

🔸Uno —el neoliberal— prioriza la ganancia y la acumulación privada; el otro —el socialista— coloca en el centro al ser humano y al trabajo como eje de toda organización social.

🔸El neoliberalismo se presenta con un lenguaje atractivo: habla de “eficiencia”,“libertad de mercado” y “modernización”. 

🔸Pero detrás de esas palabras se esconde una maquinaria que privatiza derechos,desmantela conquistas obreras y concentra el poder económico en cada vez menos manos.


2️⃣ Las consecuencias del neoliberalismo para la clase trabajadora:

🔸Bajo las políticas neoliberales,el Estado se retira,los servicios públicos se degradan o se venden,y los derechos sociales se transforman en mercancías. 🔸Salud,educación,vivienda, energía,agua: todo pasa a depender del bolsillo.🔸

👷La clase obrera,entonces,es empujada a la precariedad. 

🔸Los contratos temporales reemplazan la estabilidad; los sindicatos pierden fuerza; los salarios quedan congelados mientras los precios suben. 

🔸El trabajador deja de ser un sujeto con derechos para convertirse en un engranaje reemplazable del sistema.🔸

🔸El discurso neoliberal de la “libertad individual” termina siendo una trampa: 🔸se exalta el mérito personal mientras se oculta la desigualdad estructural. 🔸En nombre del “emprendimiento”,se promueve la competencia entre los propios trabajadores,debilitando la solidaridad y destruyendo la conciencia de clase.🔸

3️⃣ El horizonte socialista y la dignidad del trabajo:

🔸El socialismo,en cambio,plantea una reorganización profunda de la economía y de la sociedad. 

🔸Propone que la riqueza generada por todos no sea apropiada por unos pocos.🔸 

🔸Por eso defiende el control público de los sectores estratégicos,la redistribución progresiva de los ingresos,y la planificación económica con criterio social.🔸

🔸En un modelo socialista,el trabajo no es un castigo ni un medio de supervivencia,sino una actividad que dignifica,que construye comunidad y que responde a necesidades reales,no a los caprichos del mercado.

🔸Donde el neoliberalismo siembra competencia,el socialismo siembra cooperación. 

🔸Donde uno privatiza y divide,el otro colectiviza y unifica. 

🔸Cuando el socialismo se traduce en políticas concretas —salarios justos,derechos laborales, educación gratuita,participación obrera—,la clase trabajadora no solo vive mejor: recupera el poder de decidir sobre su destino.👷


4️⃣ La batalla política y la conciencia de clase:

🔸Sin embargo,el socialismo no se sostiene por sí solo. 🔸Requiere organización,formación política y una conciencia de clase que sepa identificar al verdadero enemigo. 

🔸Las presiones del capital internacional,la manipulación mediática y la corrupción institucional son las armas que el neoliberalismo utiliza para desmontar los avances populares.🔸

🔸🔸Por eso,cada conquista socialista debe defenderse no solo con leyes,sino con movilización,con educación política y con unidad de la clase obrera.🔸🔸


5️⃣ Conclusión: sometimiento o emancipación:

🔸El neoliberalismo necesita una clase trabajadora dócil,fragmentada,consumista y endeudada.🔸

🔸El socialismo necesita una clase obrera consciente,organizada y solidaria.🔸

🔸Uno perpetúa el sometimiento; el otro abre el camino hacia la emancipación.🔸

🔸🔸En última instancia,cuando los pueblos eligen entre neoliberalismo y socialismo,no están escogiendo entre dos modelos económicos: 🔸están decidiendo entre la explotación o la dignidad,entre el egoísmo del capital o la fraternidad del trabajo.🔸

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa✍️ 

lunes, 13 de octubre de 2025

🔸"El capitalismo y la burguesía: el poder detrás del poder" 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

El capitalismo no es simplemente un sistema económico; es una forma de dominación.
Su motor no es el bienestar colectivo ni el desarrollo humano,sino la ganancia privada.
Bajo su estructura,la sociedad queda dividida en dos grandes clases: quienes poseen los medios de producción —la burguesía— y quienes sólo disponen de su fuerza de trabajo —el proletariado.

La burguesía,desde su surgimiento histórico,
se presentó como fuerza “liberadora” frente al feudalismo,y en efecto lo fue; pero sólo para ocupar el lugar de dominación que antes tenían los señores feudales.
Sustituyó el vasallaje por el salario,la servidumbre por la “libertad de mercado”, 
y la propiedad comunal por la propiedad privada concentrada.
Con ello,construyó su hegemonía política, económica y cultural.

El capitalismo se disfraza de progreso.
Habla de democracia,
pero es una democracia con precio.
Los grandes medios,las instituciones financieras y los aparatos ideológicos pertenecen a esa misma clase burguesa que domina el mundo.
En nombre de la “libertad de empresa”,el capitalismo justifica la explotación,la destrucción ambiental y la alienación del ser humano. Nos vende la ilusión de que todos podemos “ascender”, cuando en realidad sólo unos pocos suben mientras millones sostienen su escalera.

La burguesía moderna no necesita ya tronos ni coronas: gobierna desde los directorios de las multinacionales,desde los bancos y desde los ministerios de economía. Son los nuevos monarcas del mundo,aunque se escondan tras el lenguaje técnico de los “mercados” o el “crecimiento sostenible”.

Mientras tanto,el trabajador produce la riqueza que nunca disfruta. 
La plusvalía —esa diferencia entre lo que produce y lo que recibe— sigue siendo el corazón palpitante de la injusticia capitalista. 
Y así,el obrero,el campesino,el docente,el médico,el artista,todos aquellos que viven de su trabajo,son los engranajes de una máquina que no les pertenece.

Por eso,hablar del capitalismo sin hablar de la burguesía es hablar de una sombra sin cuerpo.
Es esa clase la que impone su moral,su estética,su idea del éxito y del fracaso. 
Y es contra esa clase que el pueblo trabajador, consciente de su fuerza histórica,debe organizarse.

El capitalismo no caerá por sí solo. 
Lo sostienen millones de conciencias acostumbradas a la resignación. 
Pero la historia enseña que ninguna clase dominante ha sido eterna. 
La burguesía,que un día fue revolucionaria,hoy es un obstáculo para el progreso real de la humanidad. 
Su tiempo,aunque parezca sólido,también pasará.

Cuando el trabajador deje de creer en los mitos del mercado y comprenda que el mundo puede organizarse no en torno a la ganancia,sino a la necesidad humana,ese día habrá comenzado el fin del capitalismo. 
Y con él,el principio de una nueva historia verdaderamente humana.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

🅿️or qué es posible la restauración de la Unión Soviética ☭ 🔸Por Marcelo Rubéns Balboa ✍️

Durante décadas,los ideólogos del capitalismo proclamaron la “muerte del socialismo” tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. 
Creyeron que el mundo se rendiría ante la lógica del mercado,la competencia salvaje y la desigualdad estructural. 
Sin embargo,más de treinta años después,los hechos se encargan de demostrar lo contrario: 
la restauración de un proyecto socialista a escala soviética no solo es posible,sino que se vuelve una necesidad histórica frente al fracaso del modelo neoliberal global.

Primero,porque las causas que dieron origen a la Unión Soviética no desaparecieron: 
la explotación,la pobreza, 
el dominio imperialista y la desigualdad entre naciones y clases siguen intactas. 
La caída del socialismo real no eliminó la lucha de clases; la agudizó. 
Millones de ciudadanos en el espacio postsoviético recuerdan que,pese a los errores,en tiempos soviéticos había trabajo, educación gratuita,vivienda,cultura y dignidad. Hoy,tras décadas de “democracia de mercado”, se enfrentan a la desintegración social,la corrupción endémica y la pobreza extendida.

En segundo lugar,porque el capitalismo mundial atraviesa una crisis estructural profunda. 
Las guerras por recursos, 
la concentración obscena de la riqueza y el colapso ecológico son síntomas de un sistema agotado. 
Frente a ese caos,vuelve a surgir la nostalgia por un orden basado en la cooperación y la planificación,donde la economía sirva al pueblo y no a las corporaciones. 
Esa nostalgia no es mero sentimiento: es conciencia histórica. 
Es memoria de una época donde la palabra “futuro” no significaba resignación,sino esperanza.

En tercer lugar,porque el mundo multipolar que emerge abre espacio para nuevas formas de integración socialista. Eurasia,América Latina, África e incluso sectores progresistas de Occidente buscan alternativas al dominio imperial estadounidense. 
En ese contexto,una restauración de la Unión Soviética no tiene por qué ser una simple repetición del pasado,sino una síntesis superior: una Unión renovada,socialista,
humanista,democrática y profundamente internacionalista.

La restauración de la Unión Soviética será posible cuando el pueblo trabajador vuelva a confiar en sus propias fuerzas,cuando comprenda que la historia no terminó y que el socialismo no fue un error,sino una experiencia truncada por el sabotaje, 
la traición y el oportunismo. 
El futuro no pertenece a los oligarcas ni a los burócratas: 
pertenece a los pueblos que se levantan.

Porque,en definitiva,la Unión Soviética no fue solo un Estado: fue una idea.
Y las ideas —cuando encarnan la justicia— no mueren. Renacen.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

domingo, 12 de octubre de 2025

•"La diferencia entre ser de izquierda y ser comunista" ☭ •La izquierda “woke”: el espejismo progresista del capitalismo• 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa✍️ ↪️🅰️punte importante: "El verdadero comunismo y las luchas colectivas" 🔸

En tiempos donde las palabras se desgastan de tanto usarlas sin contenido,es necesario volver a poner las cosas en su lugar. 
No es lo mismo ser “de izquierda” que ser comunista. 
Aunque muchos intenten confundir los términos,o usarlos como sinónimos,entre ambos existe una distancia ideológica,política y moral profunda.

Ser “de izquierda” hoy,
en la mayoría de los casos,
se ha convertido en una etiqueta cómoda,
un gesto simbólico,un barniz progresista que no cuestiona las estructuras de poder. 
Es una posición que acepta las reglas del sistema capitalista,que busca “humanizarlo”,hacerlo más amable,pero sin tocar su esencia: la explotación del hombre por el hombre. Muchos gobiernos que se autodenominan de izquierda terminan administrando el mismo orden burgués que dicen combatir,maquillando la injusticia con discursos inclusivos y reformas superficiales.

El comunista,en cambio, 
no busca reformar el capitalismo,sino superarlo. No se conforma con mitigar sus consecuencias,sino que lucha por erradicar sus causas. 
El comunista entiende que mientras existan clases sociales,mientras la riqueza de unos pocos se construya sobre la miseria de las mayorías,no habrá justicia ni libertad verdaderas. 
La lucha comunista no es de gestos ni de modas: es de conciencia,organización y transformación profunda.

La izquierda “progresista” se ha vuelto,muchas veces,el refugio del conformismo político. 
Habla de derechos,pero evita hablar de poder. Defiende ciertas causas populares,pero se alinea con el capital cuando se siente amenazada. 
Prefiere el consenso a la confrontación,el diálogo a la revolución,la tibieza al compromiso total. 
El comunismo,por el contrario,no teme nombrar al enemigo: el imperialismo,el capital,la burguesía. 
No teme hablar de lucha de clases,porque reconoce que sin esa lucha no habrá emancipación.

Por eso,el comunismo no se mide por la cantidad de consignas que uno repite,sino por la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. 
Ser comunista implica asumir una ética del compromiso,una disciplina del trabajo colectivo,una moral revolucionaria. Implica entender que la transformación no es un acto individual ni una moda electoral,sino un proceso histórico donde el pueblo organizado se convierte en protagonista de su destino.

En definitiva,ser de izquierda puede ser una postura; ser comunista es una convicción. 
La izquierda busca suavizar el sistema; el comunismo,abolirlo. 
La izquierda intenta convivir con el capitalismo; el comunismo lucha por enterrarlo. 
Y mientras unos se acomodan en los márgenes del poder,los otros siguen creyendo,con firmeza y esperanza,que otro mundo —sin explotadores ni explotados— es posible y necesario.

Porque el comunismo no es una palabra del pasado. 
Es,aún hoy,el nombre del futuro.

(...)

•La izquierda “woke”: 
el espejismo progresista del capitalismo•


En los últimos años ha surgido una corriente que se autoproclama como la nueva “izquierda moderna”: la llamada izquierda woke. 
Se presenta como progresista,inclusiva, diversa,sensible a las minorías y a los derechos individuales. 
Pero detrás de ese discurso aparentemente emancipador se esconde un profundo vaciamiento político. 
La izquierda woke es,en realidad,una versión domesticada y funcional al sistema que dice combatir.

El término woke —que originalmente significaba “despierto” frente a las injusticias— ha sido absorbido por la lógica del mercado y convertido en una marca,en un producto más del consumo simbólico. Ya no se trata de transformar la realidad material,sino de gestionar las apariencias,de parecer “consciente” en redes sociales mientras nada cambia en el fondo. 
Es la izquierda del hashtag,del eslogan vacío,del gesto moral que reemplaza a la acción colectiva.

Esta nueva izquierda ha desplazado el eje de la lucha: en lugar de enfrentar la raíz del problema —la explotación de clase,el poder del capital,el imperialismo— se concentra en disputas superficiales del lenguaje,en conflictos de identidad o en batallas simbólicas donde el enemigo es una palabra o un gesto,pero nunca el sistema económico. 
Hablan de inclusión,
pero no de expropiación; 
de derechos,pero no de propiedad; de igualdad formal,pero no de justicia material.

El capitalismo,astuto como siempre,la ha adoptado con gusto. 
Las grandes corporaciones ondean banderas del arcoíris,publican mensajes de diversidad y contratan consultores de género,mientras continúan explotando a millones de trabajadores y destruyendo el planeta. 
La izquierda woke sirve así de coartada moral para un capitalismo que se disfraza de progresista. 
Es la revolución sin riesgo,la rebeldía sin consecuencias.

Pero lo más grave es que esta corriente fragmenta la conciencia de clase. 

Al poner el acento en las identidades individuales,en lugar de en la unidad del proletariado,debilita el poder colectivo de los pueblos. 
Divide en lugar de unir. Mientras los obreros del mundo deberían reconocerse como hermanos en una misma lucha,la izquierda woke los separa en categorías,en etiquetas,en luchas parciales que nunca cuestionan el sistema en su conjunto.

Ser verdaderamente de izquierda no es cambiar el lenguaje,es cambiar las relaciones de poder. 
No es crear “espacios seguros”,es crear sociedades justas. 
No es “visibilizar” la opresión,es abolirla. 
La izquierda woke ha olvidado que sin lucha de clases no hay emancipación posible,que sin organización no hay revolución,y que sin revolución no hay justicia.

El comunismo,en cambio,sigue siendo la única corriente que no se deja domesticar por la moda ni por el marketing. 
No se arrodilla ante el capital,no busca likes,no hace del dolor una consigna rentable. 
El comunismo no “pospone” la lucha por respeto al lenguaje: la enfrenta,la asume,la organiza.

En tiempos donde muchos se despiertan solo para posar ante el espejo de su propia corrección,los comunistas seguimos despiertos de verdad: con los pies en la tierra,con los ojos en el horizonte y con el corazón puesto en la transformación total de la sociedad.

Porque la izquierda woke se acomoda; el comunismo se levanta.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

🅰️punte: El verdadero comunismo y las luchas colectivas:


El verdadero comunismo no está en contra de los distintos colectivos ni de las luchas por el reconocimiento de derechos.
Todo lo contrario: comprende que cada opresión específica —sea de género,raza,orientación sexual o cultura— tiene raíces en la estructura de clase que sostiene al capitalismo. 
El comunismo no niega esas luchas; las sitúa en su contexto histórico y material,y las une bajo una misma causa: la emancipación de toda la humanidad.

El núcleo del asunto es unir,no dividir. 
Mientras el sistema promueve identidades fragmentadas que compiten entre sí por pequeñas conquistas,el comunismo busca la unidad consciente de los oprimidos. 
La lucha de clases no excluye las demás luchas: las contiene,las explica y las proyecta hacia su resolución real. 
Porque sin transformar las relaciones de propiedad y poder,ninguna igualdad es completa.

En todos los colectivos existen también personas que,aunque marchen bajo consignas justas,no tienen la menor intención de entregar sus privilegios. Son aquellos empresarios, figuras mediáticas o sectores acomodados que se declaran “aliados” pero no quieren cambiar las condiciones materiales que sostienen su estatus. 
En el fondo,defienden su lugar dentro del sistema,aunque lo adornen con discursos progresistas.

Por eso el comunismo no se deja encandilar por las formas: va al fondo. 
No se detiene en el color de la bandera,sino en quién la sostiene. 
No se pregunta solo por la identidad,sino por la clase. Porque el objetivo no es sustituir una élite por otra más “inclusiva”,sino acabar con toda forma de dominación.

Todas las luchas son,en esencia,luchas de clases.
Y solo cuando los pueblos comprendan esto,podrán vencer realmente al enemigo común que los divide y los explota.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️


sábado, 11 de octubre de 2025

•Las mentiras que durante décadas desde los Estados Unidos y sus satélites, lacayos, han dicho sobre J. Stalin•🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

Durante más de siete décadas,los aparatos ideológicos del imperialismo occidental —sus medios,sus universidades,su industria cultural y sus intelectuales asalariados— han construido una imagen demoníaca de Iósif Vissariónovich Stalin. 
No por amor a la verdad ni por compromiso con la libertad,sino por la necesidad política de destruir el símbolo más contundente de que el socialismo puede vencer,organizar un Estado obrero y derrotar al fascismo.

Las mentiras sobre Stalin nacen,se reproducen y se actualizan cada vez que el capitalismo necesita reafirmar su “superioridad moral”. 
Se lo caricaturiza como un monstruo,un tirano sanguinario,un paranoico que devoró a su propio pueblo. 
Se lo juzga con la vara de los "vencedores ideológicos de la Guerra Fría",los mismos que lanzaron bombas atómicas sobre civiles,que financiaron dictaduras,y que hoy siguen saqueando pueblos enteros bajo el disfraz de la “democracia liberal”.

El objetivo siempre fue el mismo: borrar el recuerdo de que bajo Stalin la Unión Soviética pasó de ser un país semifeudal,destruido por la guerra civil y el bloqueo internacional,
a una potencia industrial,científica y militar capaz de derrotar a la Alemania nazi, liberar Europa del fascismo y sentar las bases para los derechos sociales más avanzados del siglo XX.

Claro que en su tiempo hubo errores,nadie discute eso.
Como en toda epopeya histórica,los procesos revolucionarios no se miden con la vara del individualismo burgués. Pero lo que no se puede negar —aunque se intente ocultar con toneladas de propaganda anticomunista— es que millones de trabajadores y campesinos elevaron su nivel de vida,accedieron a educación,salud,vivienda,
cultura y dignidad.

La campaña contra Stalin fue una necesidad política del capitalismo y también de los revisionistas internos del propio movimiento comunista,que hallaron en la difamación del pasado un modo de justificar su renuncia al socialismo real. Desde Jruschov hasta los liberales de salón,todos repitieron la misma melodía compuesta en Washington y Londres.

Hoy,cuando el mundo vuelve a ver las garras del imperialismo en Ucrania,Palestina,África y América Latina,se hace necesario revisar la historia sin prejuicios. 
No para levantar estatuas,sino para entender por qué el enemigo teme tanto a las figuras que encarnaron la organización,la disciplina y la firmeza revolucionaria. Stalin no fue un santo,pero tampoco el demonio que pintan. 
Fue el dirigente de un pueblo que se levantó sobre sus rodillas y le dijo al capitalismo: hasta aquí.

Mientras los Estados Unidos exportaban guerras y golpes de Estado,la URSS —bajo Stalin— alfabetizaba,electrificaba y planificaba el futuro. 
Esa es la verdad que tratan de ocultar bajo toneladas de mentiras. 
Y por eso,cada vez que alguien pronuncia su nombre con respeto,los voceros del poder tiemblan: porque saben que detrás de esa memoria late todavía la posibilidad de un mundo sin amos.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

viernes, 10 de octubre de 2025

“🅾️ctava maravilla"(Canto a Alfredo Zitarrosa) 🅿️oesía-canción en su homenaje•°

Cuando le avisaron a Dios que llegaba Alfredo,
se hizo un silencio de cielo y lucero,
los ángeles quietos dejaron las arpas,
y hasta el viento paró pa’ escuchar su regreso.

Dijo el Señor con voz de ternura:
—Pídanle que cante,que suene su alma pura—,
y entonces el canto cruzó los jardines,
como un río manso de penas y dichas.

Y Dios descubrió,con sonrisa encendida,
que no eran siete las maravillas divinas,
que en la tierra había una más escondida:
¡era Alfredo con su voz querida!

Canta Alfredo,canta,con guitarra y cielo,que tu voz nos junta del campo al pueblo,que en cada milonga sigue tu huella,y el sur te recuerda con luna y estrella.

Tu canto no muere,se siembra en el viento,
es pan de justicia,amor y lamento,de aquellos obreros,del pobre y del niño,del mate,del rancho y del viejo camino.

Cuando le avisaron a Dios que llegaba Alfredo,Dios se emocionó,lo abrazó en silencio,y dijo mirando al mundo con brillo:
—Ahora sí,el cielo tiene su trillo—.

Porque al oír su canto,
tembló la distancia,y la voz del pueblo volvió a la esperanza,que no eran siete las maravillas terrenales…
¡eran ocho,con Alfredo en las eternidades!

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

jueves, 9 de octubre de 2025

📢 "La clase obrera frente al progresismo tibio: entre la apariencia de cambio y la necesidad de transformación real" 👷 🅿️or Marcelo Rubèns Balboa ✍️

En los últimos años,el escenario político internacional ha visto emerger —o más bien consolidarse— un tipo de progresismo tibio,cómodo, funcional al sistema capitalista que dice cuestionar. 
Es un progresismo de consignas suaves,de reformas superficiales,de discursos inclusivos que no alteran las estructuras de poder ni la lógica de la explotación. 
Frente a este fenómeno,la clase obrera debe posicionarse con claridad: no puede dejarse arrastrar por la ilusión de cambio donde solo hay maquillaje del mismo orden.

El progresismo tibio es hijo del neoliberalismo cultural. Habla de derechos,pero no de clases; denuncia la desigualdad,pero no la propiedad privada de los medios de producción; propone “humanizar” el capitalismo,en lugar de superarlo. 
Se presenta como alternativa al conservadurismo,pero en realidad le sirve de contención: canaliza el descontento popular, 
lo disuelve en discursos moralistas y lo devuelve desarmado al sistema.

Para la clase obrera,este tipo de progresismo es un obstáculo tanto como la derecha declarada. 
Porque mientras la derecha defiende abiertamente los privilegios del capital,el progresismo tibio se disfraza de aliado y,bajo la retórica del consenso,desactiva la lucha de clases. 
Promueve la conciliación entre explotadores y explotados,y en nombre de la “gobernabilidad” sacrifica toda posibilidad de transformación profunda.

El trabajador consciente debe comprender que los cambios verdaderos no vendrán de quienes buscan administrar el capitalismo con rostro humano,sino de quienes se propongan abolirlo. 
No se trata de “mejorar” las condiciones de opresión, sino de eliminar sus causas. 
La clase obrera necesita retomar la bandera del marxismo,la organización sindical combativa,la educación política,y la independencia de clase.

En un mundo donde el progresismo tibio celebra reformas cosméticas,la tarea del proletariado es mantener viva la perspectiva revolucionaria. La emancipación de los trabajadores no será obra de gobiernos moderados ni de discursos de marketing político,sino de la acción consciente,unida y organizada de los propios trabajadores.

El futuro no pertenece a los tibios ni a los que pactan con el capital. 
Pertenece a quienes,con convicción y claridad ideológica,están dispuestos a cambiarlo todo desde sus cimientos.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

miércoles, 8 de octubre de 2025

⭐ "El legado de Ernesto Che Guevara al proletariado mundial" ⭐ 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

A más de medio siglo de su caída en combate,Ernesto “Che” Guevara continúa siendo una de las figuras más luminosas y,al mismo tiempo,más temidas por las clases dominantes. 
No porque haya empuñado un fusil,sino porque su ejemplo sigue encendiendo conciencias en todos los rincones del planeta. 
El Che no fue un héroe romántico,sino un revolucionario consciente de su tiempo,un hombre que llevó la teoría marxista al terreno de la acción concreta,y que convirtió su vida en una herramienta de transformación.

El legado que el Che dejó al proletariado mundial es, ante todo,moral y político. En tiempos en que el capitalismo pretende convertirlo todo en mercancía —incluso las ideas—,su figura se alza como una denuncia viviente contra la alienación,la indiferencia y el egoísmo. 
El Che encarnó la ética del hombre nuevo, aquel que no mide su valor por la acumulación de bienes,sino por su entrega a la causa común,a la emancipación de los oprimidos.

Su pensamiento,lejos de ser un dogma,es una brújula. 
Entendió que la revolución no es sólo un cambio de estructuras,sino una transformación profunda de la conciencia. 
Por eso insistía en que “el verdadero revolucionario está guiado por grandes sentimientos de amor”. 
Amor al pueblo,amor a la justicia,amor a la humanidad. 
No un amor abstracto,sino un amor que se expresa en la lucha concreta contra toda forma de explotación.

El Che enseñó que la liberación del proletariado no puede delegarse 
ni esperar milagros institucionales. 
Que la historia se construye con organización,disciplina y voluntad. 
Su paso por África,por el Congo,y luego su sacrificio en Bolivia,son testimonio de una coherencia que pocos hombres en la historia han alcanzado: 
el internacionalismo proletario llevado a su máxima expresión.

Hoy,cuando el sistema capitalista se disfraza con nuevos ropajes,cuando el imperialismo continúa saqueando naciones enteras bajo el nombre de “democracia” o “libre mercado”,el pensamiento del Che vuelve a cobrar fuerza. 
Nos recuerda que la emancipación del hombre sigue siendo una tarea pendiente,y que no habrá justicia social sin revolución.

El rostro del Che,reproducido en banderas, murales y camisetas,ha sido vaciado muchas veces de contenido. 
Pero su verdadero legado no está en la iconografía: está en las fábricas,en los barrios obreros,en las aulas,en cada joven que decide comprometerse con la lucha de los pueblos. 
El Che vive en la memoria activa de quienes no se resignan.

Su vida fue la síntesis de una certeza: 
que otro mundo no sólo es posible, sino necesario. 
Y mientras haya un solo explotado sobre la tierra,su ejemplo seguirá siendo bandera de los trabajadores del mundo.

❗“Hasta la victoria siempre.”❗

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 


domingo, 5 de octubre de 2025

"Los que se dicen de “izquierda” y rechazan a los comunistas deberían leer más la historia" 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

En tiempos donde la palabra “izquierda” se usa con tanta liviandad,no deja de sorprender la cantidad de quienes,autoproclamándose progresistas o socialistas,desprecian o incluso atacan a los comunistas. 

Tal vez no comprendan —o no quieran comprender— que si hoy existen derechos sociales,jornadas laborales limitadas,sindicatos, educación pública o salud gratuita,es en gran parte gracias a las luchas encabezadas por el movimiento comunista internacional.

Decirse de izquierda implica,antes que nada, ubicarse del lado de los oprimidos,de los trabajadores,de quienes producen la riqueza con su esfuerzo cotidiano. 
Pero rechazar al comunismo es negar la raíz misma de esa lucha,es desconocer que las grandes conquistas populares no surgieron del reformismo tibio,sino del sacrificio de quienes soñaron con una sociedad sin explotadores ni explotados.

El comunismo no es una moda ni una consigna: 
es una concepción científica de la historia y una ética de la solidaridad. Es el resultado del pensamiento de Marx,Engels y Lenin,y de millones de hombres y mujeres que,en todos los rincones del planeta,se levantaron contra la injusticia. 
No se trata de un dogma,sino de una praxis: transformar el mundo para que la humanidad deje de estar sometida al capital.

Por eso,quienes se dicen de “izquierda” y al mismo tiempo repiten los prejuicios que la burguesía sembró contra los comunistas,deberían detenerse y leer más. 
Leer la historia real,no la escrita por las plumas esbirras del imperialismo. 

Comprender que cada huelga,cada revolución, cada avance social tuvo detrás el empuje del pensamiento comunista.

Rechazar al comunismo desde la izquierda es como renegar de las raíces de un árbol mientras se presume amar sus flores. 
Es no entender que la verdadera izquierda no busca administrar el capitalismo,sino superarlo.

La historia enseña —a quien se atreve a leerla con honestidad— que solo el comunismo planteó un camino coherente hacia la emancipación humana. 
Por eso,antes de juzgar,hay que estudiar; 
antes de repetir prejuicios,hay que comprender. 
Porque sin comunismo,la palabra “izquierda” se vuelve una simple etiqueta vacía,un gesto sin contenido,un eco apagado de lo que es una causa justa y profundamente humana.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

jueves, 2 de octubre de 2025

❗La primera infancia: la deuda pendiente del Uruguay 🇺🇾 ❗❗


En Uruguay debemos hablar con firmeza y sin rodeos: 
la primera infancia es la raíz de toda sociedad. 
Solo un árbol crece frondoso si sus raíces son fuertes,y de la misma manera,solo una nación podrá desarrollarse con dignidad si asegura a sus niñas y niños un comienzo de vida justo,protegido y pleno.

Hoy vivimos una contradicción dolorosa: 
mientras se repite el discurso de igualdad, mientras se proclama que tenemos un gobierno que se dice de izquierda,nuestro país mantiene una tasa de pobreza infantil inaceptable. 
Miles de niñas y niños uruguayos crecen bajo condiciones de extrema carencia,pasando hambre,privados de vivienda digna,salud adecuada y oportunidades de educación temprana.

Una sociedad que descuida a su primera infancia es una sociedad que hipoteca su futuro. 
No hay seguridad posible,no hay cohesión social ni desarrollo sostenible cuando los más pequeños —los más indefensos— cargan sobre sus espaldas la desigualdad y el abandono. 
Quien no tiene garantizado un plato de comida,atención médica básica ni estímulos para desarrollarse,ya comienza la vida en desventaja,y eso es algo que ningún programa tardío podrá reparar plenamente.

La deuda con la primera infancia es también una deuda moral. 
El futuro no empieza mañana: el futuro es hoy. 
Y cada día que pasa sin un plan integral,sin inversión suficiente,sin prioridad real en la agenda del Estado,estamos fallando como sociedad.

Exigirle a este gobierno respuestas concretas no es capricho ni retórica: es un acto de justicia. 
Si verdaderamente se considera de izquierda, debe demostrarlo en hechos y no en discursos, comenzando por garantizar que ningún niño ni niña en Uruguay viva bajo el hambre ni la exclusión.
Porque si la raíz está débil,el árbol nunca crecerá robusto.

El tiempo de las excusas terminó. 
La primera infancia debe estar en 
el centro de las políticas públicas. 
No hay futuro digno si no se atiende con urgencia esta cuenta pendiente.

(...)

*En Uruguay la pobreza infantil es la más alta de la región. (?)

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 


 

•La farsa de la “democracia” burguesa•

La llamada democracia burguesa,que se presenta como la culminación de la libertad y la participación popular,no es más que un elaborado mecanismo de dominación. 
La mayoría de los países donde se nos dice que “vivimos en democracia” están en realidad sometidos a un sistema donde las decisiones fundamentales no las toman los pueblos,
sino las élites económicas,financieras y empresariales que controlan la riqueza y los medios de comunicación.

Concurrir a las urnas cada cierto número de años y depositar una papeleta para elegir entre candidatos previamente seleccionados por partidos que responden a los intereses del capital, ¿puede acaso considerarse un acto de soberanía real? ¿Es legítimo un sistema donde el trabajador,que produce la riqueza,no decide sobre la economía,ni sobre la política internacional,ni sobre el rumbo estratégico de su nación?

La democracia burguesa funciona como un disfraz. Mientras se nos habla de libertad,
se consolidan mecanismos de control ideológico,mediático y represivo. 
Mientras se nos invita a votar,los verdaderos hilos del poder están en manos de corporaciones que financian campañas,
dictan políticas económicas,imponen tratados comerciales y condicionan los gobiernos con el chantaje de la deuda externa y los mercados. 
El pueblo participa apenas como espectador en un teatro donde ya está escrito el libreto.

¿Acaso vivimos en democracias plenas? Evidentemente no. 
Democracia plena significaría que las grandes mayorías decidan sobre los grandes temas: 
qué producir,cómo distribuirlo,qué destino darle a los recursos,qué modelo de salud,educación y trabajo queremos. 

Democracia plena implicaría control obrero y popular sobre las riquezas nacionales,justicia social,igualdad de oportunidades,y no la tiranía encubierta de banqueros y monopolios.

La estafa es tan profunda que,para la burguesía, “democracia” se reduce a un procedimiento electoral,cuando en realidad se trata de un sistema de dominación que garantiza la continuidad de su poder económico bajo diferentes colores de partidos. Cambian los nombres,cambian los discursos,pero la estructura de explotación sigue intacta.

Por eso,para la clase trabajadora y los pueblos oprimidos,el desafío no es resignarse a esta caricatura de democracia,sino construir una verdadera democracia de base,participativa y revolucionaria. 
Una democracia donde los trabajadores gobiernen para los trabajadores,donde las decisiones no estén subordinadas al capital,sino a las necesidades de la humanidad.

Hasta entonces,toda urna que se nos presente como “soberanía” no será más que una caja ilusoria donde el pueblo deposita esperanzas para que las élites las manipulen a su antojo.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️
 

miércoles, 1 de octubre de 2025

👷 La clase obrera frente al genocidio del ente sionista en Palestina 🇵🇸

El genocidio que el ente sionista perpetra sobre el pueblo palestino no puede ser visto como un conflicto lejano ni reducido a disputas religiosas o territoriales. 
Se trata,en esencia,de una agresión imperialista sostenida por las grandes potencias occidentales,cuyo objetivo es garantizar su dominio político,económico y militar en Medio Oriente. 
La clase obrera mundial,si realmente se concibe como internacionalista,no puede permanecer indiferente.

La historia ha demostrado que los crímenes del imperialismo siempre son encubiertos bajo la máscara de “seguridad”, “defensa” o “lucha contra el terrorismo”. Sin embargo,la realidad es brutal: bombardeos indiscriminados sobre población civil,destrucción sistemática de infraestructura vital,asesinatos masivos de niños,mujeres y ancianos. 
Eso no es autodefensa,es genocidio.

La clase obrera tiene el deber de desenmascarar esta maquinaria criminal y señalar a los responsables: no solo al Estado sionista,sino también a los gobiernos cómplices que financian,legitiman y sostienen esta barbarie. 
Cada sindicato,cada organización obrera,cada trabajador consciente debe levantar la voz y pronunciarse con claridad. Guardar silencio equivale a ser cómplice.

La solidaridad con Palestina no puede limitarse a gestos simbólicos. 
Debe traducirse en acciones concretas: movilización,denuncias públicas,presión política y boicot a los intereses económicos de quienes apoyan la ocupación. 
La lucha palestina es también la lucha de la clase trabajadora por un mundo sin opresores ni oprimidos.

No se trata de un conflicto “ajeno”,sino de una causa profundamente ligada al destino de los pueblos oprimidos. 
Defender a Palestina significa defender el derecho de todos los pueblos a existir en libertad y dignidad,sin ser sometidos por el colonialismo ni la explotación.

La clase obrera mundial debe asumir su rol histórico: ser el motor de la resistencia contra el imperialismo y el genocidio. Solo así la palabra internacionalismo proletario dejará de ser un eslogan vacío y se convertirá en una praxis revolucionaria.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

 

martes, 30 de septiembre de 2025

☭ Oda a la Revolución de Octubre ☭

 


 ¡Octubre rojo!

¡Aurora de los pueblos!
Tú fuiste el trueno que quebró cadenas,la llamarada que iluminó las fábricas,el despertar de millones que dijeron: ¡Basta!

Tus obreros,con manos de hierro,alzaron la esperanza más grande:pan para todos,
tierra para los campesinos,
poder para los trabajadores.

¡Revolución inmensa!
Los palacios temblaron,
los zares huyeron,y en las calles de Petrogradonació un mundo nuevo.

Lenin fue tu voz,
Stalin tu acero,
y el pueblo entero tu fortaleza.


Allí donde flameó la bandera roja,los oprimidos del planeta descubrieron que la historia puede escribirse con sus propias manos.

Octubre no fue solo Rusia.
Octubre fue el grito universal que recorrió fábricas,minas y campos,que se encendió en Asia y África,que llegó a América Latina,que aún hoy resuena en cada huelga,en cada barricada,en cada lucha que enfrenta al capital.

¡Octubre!
No eres un recuerdo,
eres bandera en marcha,
eres fusil de conciencia,
eres la certeza de que el futuro pertenece a los trabajadores del mundo.

Por eso te cantamos,Revolución de Octubre,
con voz firme,con puño cerrado,con corazón encendido,porque tu llama,
¡tu llama vive!

Y en tu nombre eterno proclamamos:
¡Lenin y Stalin,guías inmortales del pueblo trabajador!

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 


 

❗❗"El flagelo del trabajo infantil y la lucha obrera por erradicarlo" ❗❗

El trabajo infantil es una de las expresiones más brutales de la explotación capitalista. 
Le arrebata a los niños la infancia,el derecho a educarse,a jugar,a desarrollarse plenamente como seres humanos. 
Lejos de ser un “mal necesario” o una consecuencia inevitable de la pobreza,es la muestra descarnada de un sistema que prefiere exprimir hasta la última gota de fuerza de trabajo,incluso de los más vulnerables,antes que garantizar condiciones dignas para las familias trabajadoras.

No hay nada “natural” en que un niño trabaje. 
Es el resultado directo de la desigualdad social: mientras una minoría concentra la riqueza y vive con lujos inimaginables,millones de niños en el mundo se ven obligados a sostener con sus manos pequeñas el hambre de sus hogares. 
Esos niños no estudian,no acceden a la cultura,no juegan. 
Su futuro queda hipotecado para reproducir el círculo de explotación que el capitalismo necesita perpetuar.

La clase obrera debe comprender que la lucha contra el trabajo infantil no es solo una lucha moral,es una lucha política y de clase. 
Significa exigir salarios dignos para los adultos,condiciones laborales estables y el acceso universal a la educación gratuita y de calidad. 
Cada niño que trabaja representa un puesto de trabajo que el capital utiliza para abaratar costos,precarizar condiciones y dividir a los trabajadores.

Erradicar el trabajo infantil implica también enfrentar la hipocresía de los gobiernos que firman convenios internacionales pero no garantizan su cumplimiento; que declaman contra la explotación pero toleran que en las fábricas,en el campo,en las calles y en los talleres clandestinos se sigan utilizando a niños como mano de obra barata.

La clase obrera tiene el deber de organizarse en sindicatos,movimientos sociales y partidos que pongan en el centro de su programa la defensa de la niñez trabajadora. 

No basta con denunciar: hay que luchar por una transformación social que asegure a los niños el presente y futuro que les corresponde.

El trabajo infantil es un crimen contra la humanidad,y su eliminación debe ser una bandera irrenunciable de la lucha obrera. 

Una sociedad que permite que sus niños trabajen es una sociedad enferma; una sociedad que los libera del yugo de la explotación es una sociedad que empieza a caminar hacia la verdadera emancipación.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

domingo, 28 de septiembre de 2025

📕 "La cultura como arma de la clase obrera" 📕

La clase obrera,a lo largo de la historia,
ha sido el motor de todas las transformaciones sociales.

Sin embargo,también ha sido la más 
castigada por la ignorancia impuesta,por el adoctrinamiento del poder y por la negación sistemática del acceso a una educación crítica y liberadora.

Es por eso que hoy,más que nunca,la clase obrera debe asumir que el estudio y la cultura no son lujos reservados a una élite,sino herramientas imprescindibles para su emancipación.

El capitalismo no teme tanto a la protesta espontánea como a la organización consciente. 
Un trabajador que sólo reacciona por hambre o necesidad puede ser reprimido o manipulado; pero un trabajador que estudia,que comprende las raíces de la explotación, que conoce la historia de las luchas populares y que domina los instrumentos de la ciencia y el pensamiento crítico,se convierte en un sujeto revolucionario capaz de transformar la sociedad.

La cultura abre puertas: permite comprender la economía que nos explota, las leyes que nos encadenan,los discursos que nos manipulan. 
Permite además rescatar la memoria histórica,esa que los dominadores intentan borrar para que las nuevas generaciones crean que no hay alternativa. 

El obrero culto no sólo se defiende mejor en su vida cotidiana,sino que puede transmitir a sus compañeros una visión clara y organizada del mundo.

No hay revolución sin conciencia,y no hay conciencia sin estudio. 

La clase obrera debe apropiarse de la filosofía,de la literatura,de la ciencia,de la historia,porque todos esos saberes fueron construidos en gran medida con el trabajo de los pueblos y luego monopolizados por las élites. 
Recuperarlos es un acto de justicia y una condición para la libertad.

La ignorancia divide,
la cultura une. 

El conocimiento ilumina el camino hacia una sociedad más justa. 
Por eso,estudiar no debe verse como una obligación ajena al trabajo,sino como parte inseparable de la lucha de clases. 

Ser obrero y ser culto no son caminos distintos: son el mismo sendero hacia la emancipación.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

sábado, 27 de septiembre de 2025

☭ "Qué enseñanzas le dejó Karl Marx a la clase obrera mundial" 👷

Hablar de Karl Marx es hablar de un antes y un después en la historia de la humanidad. 
Su legado intelectual,político y filosófico no puede reducirse a un conjunto de libros o consignas: 
es la brújula que ha orientado la lucha de generaciones de trabajadores y trabajadoras que,conscientes de su rol histórico,se han levantado contra la explotación capitalista.

La primera enseñanza que Marx dejó a la clase obrera mundial es la conciencia de clase. 
Antes de él,los trabajadores podían intuir su opresión,sufrirla en carne propia y rebelarse espontáneamente. 
Pero Marx les dio la claridad de que no se trataba de injusticias aisladas,sino de un sistema de dominación estructural: la división entre burguesía y proletariado. 
La clase obrera,entendida como el motor de la producción,descubrió que no solo era víctima,sino protagonista y potencial sepulturera del capitalismo.

La segunda gran enseñanza es la crítica a la explotación económica. 
En El Capital,Marx mostró cómo la plusvalía —el excedente producido por el trabajador y apropiado por el capitalista— es el verdadero origen de la riqueza en el capitalismo. Esta comprensión le otorgó a la clase obrera un arma teórica: saber que su trabajo es la fuente de todo valor y,por lo tanto,que su liberación solo puede llegar arrebatándole al capitalista ese control sobre los medios de producción.

Otra enseñanza vital es la necesidad de la organización política. 
Para Marx,el proletariado no debía conformarse con protestar o resistir de manera dispersa; debía convertirse en una fuerza consciente y organizada,capaz de disputar el poder político. 
La historia demostró que, allí donde la clase trabajadora se organizó bajo esta guía,pudo conquistar derechos fundamentales e incluso abrir caminos hacia sociedades nuevas,más justas y solidarias.

Finalmente,Marx enseñó a la clase obrera mundial que su lucha es internacional. No hay emancipación posible en un solo país si las cadenas de la explotación siguen intactas en el resto del mundo. 
El célebre llamado "¡Proletarios del mundo, uníos!" sigue siendo una consigna vigente en tiempos de globalización neoliberal,donde las corporaciones actúan sin fronteras y los pueblos deben responder con la misma unidad y solidaridad internacionalista.

Hoy,más de un siglo después de su muerte,Karl Marx continúa iluminando la ruta. Su pensamiento no es un dogma rígido,sino una herramienta viva que la clase obrera debe usar, criticar y actualizar. 
Las enseñanzas de Marx son claras: entender el sistema que nos oprime, organizarnos como clase, luchar por el poder político y hacerlo unidos a escala mundial. Solo así,el viejo sueño de un mundo sin explotadores ni explotados dejará de ser una utopía para convertirse en una realidad.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️

viernes, 26 de septiembre de 2025

☭ La clase obrera debe ser siempre revolucionaria 👷

Hablar de la clase obrera es hablar del corazón vivo de la sociedad. 
Es ella la que mueve la producción,la que sostiene con su esfuerzo diario las fábricas,los talleres,los campos,las minas,los puertos y las ciudades. 
Sin embargo,a pesar de ser la fuerza que todo lo hace posible,continúa siendo la más explotada,la más oprimida y la más invisibilizada por el sistema capitalista. 
Esta contradicción —ser el motor del mundo y a la vez su víctima— es lo que le otorga a la clase obrera un papel histórico irrenunciable: ser la vanguardia revolucionaria.

La clase obrera no puede limitarse a reclamar mejores salarios o condiciones laborales más humanas. 
Esa lucha es necesaria,pero insuficiente. 
El capital,con su maquinaria de opresión,siempre encontrará maneras de extraer más plusvalía,de aumentar la explotación,de precarizar la vida. 
Cada conquista parcial será puesta en cuestión tarde o temprano. 
Por eso la clase obrera,si quiere liberarse realmente,debe elevar su conciencia y convertirse en sujeto revolucionario,orientado no a reformas superficiales,sino a la transformación radical de la sociedad.

Ser revolucionaria significa entender que la emancipación no vendrá de la mano de los patrones,de los gobiernos burgueses o de los parlamentos domesticados. 
Vendrá de la organización propia de los trabajadores,de su unidad y disciplina,de la capacidad de reconocerse como una clase con intereses irreconciliables frente a la burguesía. 
Significa construir sindicatos combativos, partidos de vanguardia y movimientos populares que no se arrodillen ante el poder del dinero ni se dejen seducir por promesas vacías de conciliación.

La historia nos demuestra que cada avance de los trabajadores fue conquistado en lucha,con sacrificio,con sangre incluso. 
Desde las jornadas de ocho horas hasta el derecho a sindicalizarse,nada fue regalado. Y lo que se conquistó,solo se sostuvo cuando la clase obrera mantuvo viva su perspectiva revolucionaria. 
Cuando esa perspectiva se perdió,cuando las direcciones se burocratizaron y pactaron con la burguesía,los retrocesos no tardaron en llegar.

Hoy,en pleno siglo XXI,la clase obrera enfrenta nuevos desafíos: la robotización,la economía de plataformas,la flexibilización laboral y el desmantelamiento de derechos históricos. 
Frente a esta ofensiva capitalista global,más que nunca es necesario que los trabajadores asuman su papel revolucionario. 
No basta con defender el pasado: hay que proyectar el futuro,un futuro socialista en el que la riqueza social no sea propiedad privada de unos pocos,sino patrimonio colectivo de la humanidad.

La clase obrera debe ser siempre revolucionaria porque solo en esa condición será fiel a sí misma. Porque su destino no puede ser la eterna sumisión ni la mendicidad de mejoras parciales. 
Su destino es la emancipación,la construcción de una sociedad nueva en la que el trabajo deje de ser explotación y se convierta en el fundamento de la libertad humana.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

jueves, 25 de septiembre de 2025

🕔 “El tiempo es río,memoria y bandera: ¡que corra hacia la emancipación!” 🚩

                                1️⃣ I

El tiempo es la única riqueza que nunca se acumula,solo se gasta. 
Es invisible y,sin embargo,lo rige todo: desgasta montañas,borra imperios,cicatriza heridas y convierte la vida en un tránsito irreversible. No hay poder humano capaz de detenerlo,ni oro suficiente para comprar un instante más. Cada segundo que pasa es una decisión,un camino elegido o dejado atrás. 
Por eso,el tiempo no debe vivirse como enemigo, sino como maestro: enseña paciencia,recuerda la fragilidad de la existencia y obliga a dar valor a lo esencial. 
Perderlo en lo superfluo es negarse a uno mismo la posibilidad de dejar huella. 
Aceptarlo y honrarlo,en cambio,es vivir con conciencia,intensidad y propósito.

                                2️⃣ II

El tiempo es a la vez íntimo y colectivo. 
En lo personal,marca el pulso de nuestra vida: nos recuerda que cada instante es irrepetible y que la existencia no admite ensayos. 
Nos enfrenta a la certeza de la muerte y,con ello,nos enseña a valorar lo esencial,a vivir con conciencia y a no desperdiciar los días en lo trivial.

Pero el tiempo también es histórico: no corre igual para los pueblos que luchan que para los que se resignan. 
Cada época encierra sus urgencias y sus batallas,y la historia se mueve al ritmo de quienes se atreven a desafiar el presente para abrir camino al futuro. 
El tiempo,entonces,es memoria que preserva lo conquistado,pero también horizonte que exige construir lo que aún no existe.

En esa doble dimensión —la individual y la social— el tiempo nos convoca a ser protagonistas. Porque si dejamos que se nos escape en silencio,habremos vivido sin dejar huella; pero si lo convertimos en acción consciente,en resistencia y en creación,
nuestro tiempo se vuelve parte del tiempo de la humanidad.

                              3️⃣ III

El tiempo es río y es llama. 
Nos envuelve en su fluir implacable y nos recuerda que somos apenas un destello en la inmensidad. 
Pero ese destello puede ser tibieza pasajera o incendio que ilumine caminos. 
En lo íntimo,el tiempo nos enseña a amar lo esencial,a despojarnos de lo vano,
a vivir con conciencia de finitud.
En lo social,el tiempo es historia: tejido de luchas,derrotas y victorias,donde cada generación deja su pulso en la marcha de los pueblos.
Aceptarlo sin rebeldía es dejar que el río nos arrastre; abrazarlo con conciencia es transformarlo en torrente creador.

El tiempo no espera. 
Cada minuto que pasa nos obliga a elegir: 
ser espectadores o protagonistas. 
En lo personal,se nos va la vida en un instante; en lo colectivo,se nos van las oportunidades históricas si no actuamos. 
El tiempo es enemigo de la resignación y aliado de quienes luchan.
Solo quienes lo transforman en acción consciente y organizada logran dejar huella.
Porque el tiempo del pueblo no es el de los relojes,sino el de la memoria y la revolución.

                                 4️⃣ IIII

El tiempo es río y es espada. 
Nos atraviesa con su fluir implacable,
recordándonos que cada instante es único y no retorna jamás. 
En lo íntimo,nos invita a amar lo esencial,a no malgastar la vida en lo superfluo,a vivir con conciencia de que somos finitud y,por eso mismo,urgencia.

Pero el tiempo también es histórico. 
No transcurre igual para quienes se resignan que para quienes luchan. 
Es memoria de pueblos que resistieron,es herencia de victorias y derrotas,y es también horizonte abierto para quienes se atreven a desafiar lo establecido. 
Aceptarlo en silencio es dejarse arrastrar; convertirlo en acción consciente y colectiva es transformarlo en motor de emancipación.

El tiempo no espera. 
Cada minuto es decisión: callar o gritar,someterse o levantarse,ser espectador o protagonista. Solo quien hace del tiempo una herramienta de creación y de lucha logra trascenderlo. 
Porque el verdadero tiempo del pueblo no se mide en relojes,sino en memoria,en dignidad y en revolución.

                               5️⃣ IIIII

El tiempo es río que nunca se detiene,llama que arde y consume silenciosa,recuerda que somos polvo de instantes,pero también memoria luminosa.

En lo íntimo,enseña a no perder la vida 
en lo vano,en lo vacío,en lo fugaz;
cada segundo es semilla encendida,cada suspiro,un nunca más.

Mas el tiempo también es historia,latido de pueblos que lucharon,herencia de victorias y derrotas,horizonte de los que soñaron.

Aceptar su paso en silencio
es dejar que el río nos arrastre,
pero tomarlo en nuestras manos es hacerlo torrente que nace.

El tiempo no espera: 
exige coraje,nos llama a ser voz,memoria,acción.
Porque el verdadero tiempo del pueblo se mide en dignidad y revolución.

                            6️⃣ IIIIII

El tiempo es río que nunca descansa,
corre incansable,no tiene perdón;
se lleva vidas,se lleva esperanzas,
pero en sus aguas germina la acción.

En lo más hondo nos deja su huella,recuerda al hombre su frágil andar; cada momento es luz que destella,cada suspiro no vuelve jamás.

Mas en los pueblos su pulso es distinto,
late en las luchas,en su dignidad;
allí el pasado se enlaza al instinto de abrir futuro con fuerza y verdad.

Aceptar mudo su paso es derrota,es resignarse al poder opresor;mas si lo alzamos en lucha devota,el tiempo estalla en semilla y clamor.

Porque no hay tiempo que al pueblo someta,ni reloj dueño de su corazón; el tiempo es nuestro,bandera completa: memoria, esperanza,justicia y revolución.

                             7️⃣ IIIIIII

El tiempo avanza,indetenible,
como río que arrastra la memoria,como llama que consume lo frágil y enciende el espíritu de la historia.

Nos recuerda que somos instante,que somos polvo y somos final,pero también semilla ardiente capaz de abrir caminos sin igual.

En lo íntimo,nos pide conciencia,vivir con verdad,sin perder lo esencial;
no gastar la vida en sombras vacías,
sino en lo eterno,en lo vital.

En lo colectivo,el tiempo es herencia,
latido de pueblos que saben luchar,memoria de mártires,grito de obreros,horizonte abierto que invita a avanzar.

El tiempo no espera,exige coraje,convierte en torrente la voz del dolor; ser espectadores es muerte temprana,ser protagonistas es acto de honor.

Porque el tiempo del pueblo no se mide en relojes,se mide en victoria,en sangre y canción; el tiempo es nuestra bandera encendida,¡es dignidad,justicia y revolución!

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️