Mientras cierre sus párpados los días
y destellen las pupilas de la noche,
siempre habrá una mirada con estrellas,sobre su hoja desvelada...
encinta de poesía.
Mientras la luna platine las sienes,
marcando su estigma melancólico,
los fantasmas seguirán sobrevolando,
soplando vientos,
timonel de las nubes,
cargadas de memoria,
de la lluvia que germina a la semilla,
donde nace el brote...
árbol de la poesía.
Mientras las ventanas maúllen,
y los perros corran por los tejados,
siempre habrá un resbalón que deposite,en el jardín y sin camisa...
la flor de la poesía.
Mientras las fotos se tornen amarillas,
delineando el rostro del beso que no olvida,
mientras a media luz su perfume embriague los sentidos,
brindará una copa de vino,
en el viñedo del alma,
el corazón,la lágrima...
fruto de la poesía.
Mientras el mar siga contado arenas,
esculpiendo con sus olas sobre rocas,
y agiten caracolas repletas de espuma su pañuelo,
sal de despedidas,
en su verde vestido las letras...
conformarán la palabra poesía.
Mientras el sol amanezca al compás de los trinos,
tiñendo al horizonte con su sonrisa,
el cielo...
las alas...
el niño...
los vuelos...
los sueños...
las pesadillas...
la muerte...
la vida!...
servirán la mesa,
extenderán el mantel las utopías,
alimentarán en plato blanco al hambriento poeta...
culpables de toda la poesía.
Marcelo Rubéns Balboa ✒