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jueves, 11 de diciembre de 2025

☭ "Los cuadros pasan,pero el Partido queda" ☭


☭ ¿Por qué el Partido Comunista del Uruguay necesita un cambio de cuadro?

Hay momentos en la historia de una organización en los que la brújula parece temblar,no porque se haya perdido el norte,sino porque quienes la sostienen ya no están a la altura del camino que la clase trabajadora exige transitar. 
Es entonces cuando surge una verdad dura,pero necesaria: los cuadros pasan,pero el Partido queda.
Y cuando los cuadros dejan de representar la energía,
la claridad,la audacia y la disciplina revolucionaria que la época demanda,el Partido —si quiere seguir siendo Partido— debe cambiar.

El Partido Comunista del Uruguay,con toda su tradición de lucha,sacrificio,persecución y coherencia histórica,enfrenta precisamente ese dilema.
En su larga trayectoria se ha levantado como una columna vertebral de ideas,valores y principios que no envejecen. 
Pero los cuadros dirigentes sí pueden envejecer políticamente,no por el paso del tiempo,sino por el desgaste ideológico,por el acomodo,por la tibieza programática o por la incapacidad de leer el pulso real del pueblo trabajador.

Hoy,en un Uruguay golpeado por la desigualdad,un Frente Amplio fragmentado en tensiones internas,y una derecha que avanza con descaro neoliberal,el Partido necesita algo que no es cosmético ni superficial: necesita un recambio de cuadro,un reimpulso,un sacudón interno que le devuelva su filo.
Porque cuando el cuadro no orienta,confunde.
Cuando el cuadro no enfrenta,justifica.
Y cuando el cuadro deja de incomodar a los poderosos, deja de servir al pueblo.

☭ Un partido sin audacia deja de ser una herramienta de combate ☭

La máquina del capital avanza sin descanso: precariza,endeuda,compra conciencias,penetra territorios,captura instituciones.
En este escenario,un Partido Comunista no puede darse el lujo de ser contemplativo ni protocolar.
Tiene que ser punta de lanza,no adorno democrático.
Tiene que ser ruptura,no comentario de coyuntura.
Tiene que ser iniciativa,no acompañamiento silencioso.

Cuando los cuadros se acostumbran a la comodidad institucional,a la lógica electoral o al temor al conflicto,el Partido pierde su rol de vanguardia.
Y el pueblo lo siente,porque deja de ver en él una fuerza que lo represente en su totalidad,con sus dolores,sus deseos,sus urgencias.

🗣️La militancia está viva: exige claridad y coraje:

En las bases,en los sindicatos,en los barrios,en la juventud trabajadora,el espíritu comunista sigue palpitando con la fuerza de siempre. 
La militancia no está agotada. 
Lo que está agotado,en muchos casos,es un estilo dirigencial que ya no conecta,que ya no inspira,que administra pero no conduce.

Los comunistas no estamos para administrar.
Estamos para transformar.
Estamos para organizar la esperanza en fuerza material.

Y para eso se necesita un tipo de cuadro distinto: uno que escuche,que analice,que dispute ideología con precisión,que no baile al ritmo del progresismo edulcorado,que no tema hablar de lucha de clases,que no tema confrontar incluso dentro del propio campo popular cuando la línea se desvía.

🔸Un Partido fuerte necesita cuadros fuertes ☭

El recambio no es un acto punitivo ni una ruptura traumática. 
Es una necesidad histórica. Un Partido comunista que no renueva sus cuadros se fosiliza.
Y un Partido fosilizado no sirve a la clase trabajadora: solo la decora.

El PCU tiene el legado,tiene la historia,tiene la moral,tiene los mártires y tiene la línea programática para volver a ocupar un lugar central. 
Lo que necesita es recuperar una conducción 
a la altura de ese legado,cuadros que vuelvan 
a poner la estrategia,la claridad,el internacionalismo,la lucha de clases y la ideología marxista-leninista en el centro de toda acción.

🔸Cambiar cuadros no es un lujo ni un capricho: es un deber con el pueblo.🔸


↪️En conclusión:

Los nombres pasan.
Las coyunturas pasan.
Los acuerdos circunstanciales pasan.

Pero el Partido queda.
Y porque queda,debe ser capaz de renovarse para seguir siendo lo que fue y lo que debe seguir siendo:
la herramienta política de la clase trabajadora en su camino hacia la emancipación.

❗Somos el Partido del gran Lenin❗

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

•La soberbia neoliberal como programa: el ministro que niega el debate y desprecia al movimiento obrero •🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️


Cuando el ministro de Economía y Finanzas Gabriel Oddone afirma con contundencia que “no hay más debate tributario en este período por iniciativa del Poder Ejecutivo,que es el único que tiene iniciativa”,no solo está marcando una posición técnica: está dejando al desnudo una concepción de poder. 
Una visión cerrada, jerárquica,profundamente elitista,donde la sociedad queda relegada a mero espectador mientras unos pocos deciden el rumbo económico del país.

Oddone “valora” —en abstracto y desde la comodidad del despacho— la propuesta del PIT-CNT en la “opinión pública”,pero simultáneamente dicta una sentencia que busca clausurar cualquier posibilidad de incidencia real de los trabajadores,de los sindicatos,de las organizaciones sociales y de la ciudadanía movilizada. 
Ese doble discurso es típico: escuchan para decir que escuchan,pero deciden como si no hubieran escuchado nada.

🔸El gesto autoritario del neoliberalismo:

En el fondo,la frase de Oddone destila lo que siempre ha caracterizado al neoliberalismo en el poder:

La idea de que la economía es un terreno técnico reservado a “expertos”.

El desprecio por la participación popular.

La minimización del conflicto social como si fuera un obstáculo y no una expresión legítima de la democracia.

La convicción de que gobernar es administrar las decisiones previamente tomadas por los intereses del capital.


“No hay debate porque lo digo yo” no es una frase aislada: es una forma de gobierno. 
Es la misma matriz que desmantela derechos laborales mientras habla de “modernización”,que reduce impuestos a los grandes capitales mientras exige sacrificios al pueblo trabajador,que presenta la desigualdad como un daño colateral inevitable.

🔸La clausura del debate como mecanismo de poder:

La economía,entendida desde una perspectiva democrática,es el campo donde se decide quién paga la crisis,quién se beneficia del crecimiento,quién accede a derechos y quién queda afuera. 
Negar el debate tributario es,en esencia,blindar la estructura fiscal que favorece a los de siempre: a los grandes patrimonios, 
a los exportadores concentrados,a las élites financieras.

Cuando el ministro afirma que el Ejecutivo “es el único que tiene iniciativa”,lo que realmente está diciendo es que no está dispuesto a ceder un centímetro a las demandas de quienes viven de su trabajo. 
Esa negativa revela miedo: miedo a que la discusión desnude la injusticia del sistema tributario,miedo a que la presión social obligue a introducir medidas redistributivas,miedo a que los trabajadores planteen una agenda que cuestione el orden neoliberal.

🔸La respuesta obrera: donde el poder real se construye:

El PIT-CNT instaló un debate incómodo para el gobierno: la necesidad de un sistema tributario más justo,donde los que más tienen aporten más y donde el peso fiscal no caiga —como ocurre ahora— sobre los salarios y el consumo popular.

La reacción del ministro confirma que la propuesta tocó un nervio sensible.
Confirma que la discusión fiscal no es técnica: es política.
Confirma que la correlación de fuerzas es lo que define qué se discute y qué se cierra.

Y confirma,sobre todo,que el movimiento obrero mantiene una capacidad intacta: poner temas en la agenda que el poder quisiera ignorar.

La historia demuestra que ningún derecho fue concedido desde un ministerio,y mucho menos desde un ministerio neoliberal. 
Los derechos,las conquistas,los cambios estructurales nacen de la lucha organizada,de la presión popular,de la movilización en las calles.

🔸Un país no se gobierna sin su pueblo:

El desprecio del ministro hacia la deliberación social expresa algo más profundo: la pretensión de gobernar un país de espaldas a quienes lo sostienen. 
Pero incluso el neoliberalismo más arrogante sabe que no puede hacerlo sin generar resistencias; que cada intento de clausura del debate abre una fisura por donde entra la rebeldía popular.

El pueblo trabajador,las organizaciones sociales,el movimiento sindical y los sectores populares no necesitan permiso del Poder Ejecutivo para debatir el país que quieren. 
Y menos aún para defenderlo.

Porque,aunque un ministro declare que el debate está cerrado,la realidad social lo desmiente cada día.
Porque el hambre,la desigualdad,los privilegios y las injusticias no desaparecen por decreto.
Y porque el pueblo —cuando se organiza— es siempre el verdadero poder constituyente.

(...)

🔸Cuando el ministro dice que “el 1% no existe en ningún lugar del mundo”

La afirmación de Oddone de que “el 1% no se aplica en ningún lugar del mundo” pretende funcionar como un argumento técnico,pero en realidad revela otra cosa: 
la defensa cerrada del privilegio fiscal de las élites. Porque si algo ha demostrado la economía global contemporánea es que el 1% más rico —en cualquier país— concentra una porción obscena de la riqueza y ejerce un poder desproporcionado sobre el conjunto de la sociedad.
Decir que un impuesto específico al 1% “no existe” equivale a justificar la inacción,no a demostrar su inviabilidad. 
Durante décadas,numerosos países han aplicado impuestos extraordinarios a grandes patrimonios,a fortunas acumuladas,a ganancias excepcionales o a concentraciones desmedidas de capital. 
Lo que “no existe” es la voluntad política de hacerlo cuando gobiernan sectores subordinados al poder económico.

El 1% es una categoría política antes que fiscal: 
es el símbolo mundial de la desigualdad,la expresión numérica de cómo una minoría ínfima vive con niveles de acumulación que no se generan por méritos individuales sino por estructuras que reproducen privilegios. 
Si Uruguay no posee un impuesto directo y progresivo a ese 1%,el problema no es técnico: es ideológico. 
Es la decisión de proteger a los más ricos mientras se le pide austeridad al resto.

Por eso la frase de Oddone no describe un hecho,sino una renuncia.
Una renuncia a la justicia tributaria,a la redistribución, y a la posibilidad de construir un país donde quienes más tienen aporten en proporción a lo que concentran.
Y cuando un ministro de economía renuncia a corregir la desigualdad,lo que realmente está haciendo es administrarla en favor de los de siempre.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️