'NOELIA'

Una cama agitada,
unas pupilas perdidas,
una noche tan muerta como el reloj,
unas paredes susurran historias,
un perfume barato,
unas manchas de humedad.

Un espejo que mira caer las lágrimas,
una estrella apagada en el corazón,
un sol que no amanece,
una copa de licor,
un cielo amargo,
una luna que muere sobre el colchón.

El cansancio trae al sueño,
el dios que recita es un traidor,
espera ese milagro hace tres siglos,
plegarias al borde de un abismo que no eligió.

Una roca sobre su espalda,
un silencio que grita sin compasión,
una corona de espinas;
sangran sus sienes.

Un mundo sin puertas por donde escapar,

una ciudad tan fría que nunca fue suya,
de espaldas la hipocresía le da la  extremaunción.

Noelia resucita cada noche,
del baño a la cocina bostezando días;
el espejismo de un mar,
caracolas negras,
un jardín de invierno,
un manzano podrido,
maquilla su rostro
enmascara su dolor.

Noelia suspira vidas ajenas,
vidas muertas por obligación,
guarda palabras que nunca se dijeron
bien al costado de la confesión.

Unas monedas sin brillo sobre la mesa,
una carta que exige el alquiler,
un celular que escupe siempre la misma melodía,
un diablo que apuesta a ganador.

Un cigarrillo se consume pensando,
en su ventana un nido de gorrión,
un canto que canta la canción de las aceras...

Noelia se le ríe de frente

al feroz combate que le planta la vida.

Marcelo Rubéns Balboa ✒