Entrada ¨Lagrimas¨

🔹️"El arte,el artista y otras cuestiones"

🔹️Marcelo Rubéns Balboa《Artista plástico,Montevideo,Uruguay🇺🇾》 En la actualidad,estamos inmersos en un mundo alocadamente globalizado,don...

jueves, 16 de octubre de 2025

•Si el fascismo quiere resurgir como la peste,tendrá que resurgir su vacuna: el comunismo •☭


En los momentos más oscuros de la historia, cuando el miedo se disfraza de orden,cuando la mentira se viste de bandera y cuando los poderosos intentan volver a someter a los pueblos con la bota y el fusil,el fascismo reaparece como una peste que se alimenta de la desesperanza. 

Es en esos instantes cuando la humanidad necesita recordar que ya existe una vacuna probada en la historia: el comunismo.

El fascismo no es solo una ideología autoritaria; es el instrumento último de la burguesía cuando siente que pierde el control sobre los trabajadores. 

Es el rostro más brutal del capitalismo en crisis,que busca salvar sus privilegios mediante la violencia,el nacionalismo extremo y la represión de toda organización obrera. 

En el pasado,el fascismo se levantó sobre el hambre,la desinformación y el miedo, proclamando ser “anticomunista” porque el comunismo era —y sigue siendo— la única alternativa real a su dominio.

Por eso,cada vez que la historia muestra síntomas de fascismo —xenofobia,persecución política,culto al líder,censura del pensamiento crítico,odio a los pobres— también debe aparecer su antídoto: la conciencia de clase,la organización colectiva,la solidaridad internacionalista,la lucha obrera y la bandera roja que representa la emancipación del ser humano. 

Eso es el comunismo: la defensa activa de la vida frente a la barbarie.

Hoy,en pleno siglo XXI,cuando los medios manipulan y los gobiernos se arrodillan ante los intereses de las corporaciones,algunos pretenden reescribir la historia y pintar al fascismo como “una opción política más”. 

No lo es. 

Es una enfermedad social que solo puede ser detenida con la fuerza de la verdad,la justicia y la unión de los pueblos trabajadores.

Si el fascismo quiere resurgir como la peste, tendrá que resurgir su vacuna: el comunismo. Porque no hay otra doctrina que haya enfrentado al fascismo en los campos de batalla,en las fábricas,en las universidades y en las calles con tanta coherencia y sacrificio. 

Cada vez que el capitalismo se pudre y genera monstruos,el comunismo se convierte nuevamente en la esperanza,en el llamado urgente a reconstruir un mundo sin opresores ni oprimidos.

Y así será otra vez. 

Si el fascismo intenta volver,encontrará de pie a los pueblos conscientes,empuñando no el odio,sino la razón,la organización y la historia. 

Porque donde el fascismo destruye,el comunismo construye. 

Donde el fascismo siembra muerte,el comunismo siembra futuro. ☭

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️


❗❗Injerencia e impunidad: la CIA y la soberanía venezolana❗❗


La reciente revelación de que el presidente estadounidense Donald Trump autorizó a la CIA a penetrar en territorio venezolano constituye un acto de agresión directa contra la soberanía de una nación libre y un precedente gravísimo en materia de derecho internacional. 

No se trata de un hecho aislado,sino de la continuidad histórica de una política imperial que considera a América Latina su “patio trasero”.

Estados Unidos,amparado en su supuesta “defensa de la democracia”,lleva décadas interviniendo política,económica y militarmente en los asuntos internos de los países de la región. 

Desde Guatemala en 1954 hasta Chile en 1973, pasando por Nicaragua, Cuba y ahora Venezuela,el modus operandi ha sido siempre el mismo: desestabilizar gobiernos populares,sembrar caos y luego presentarse como salvadores.

Que la CIA haya recibido luz verde para operar dentro de Venezuela revela el carácter criminal de la política exterior estadounidense. Bajo el disfraz de operaciones de “inteligencia” para combatir el supuesto narcotráfico qué,según ellos,opera desde Venezuela y que lo encabeza Nicolás Maduro,el imperio vuelve a atacar al país caribeño.

Pero,lo que realmente buscan es sabotear infraestructuras,fomentar divisiones dentro del Ejército y la población,e incluso preparar el terreno para un golpe de Estado o intervenciones más abiertas. 

Es la guerra híbrida en su máxima expresión: psicológica,mediática,económica y encubierta.

Lo verdaderamente inaceptable es que estas acciones violan todos los principios de la Carta de las Naciones Unidas. 

Venezuela no es una colonia,y su pueblo tiene el derecho irrenunciable de decidir su destino sin la tutela ni las maniobras de Washington.

El silencio cómplice de gran parte de la prensa occidental y de los organismos internacionales también resulta elocuente: cuando el agresor es Estados Unidos,todo se disimula bajo eufemismos como “operación de inteligencia” o “seguridad hemisférica”. 

Pero si un país soberano se defiende,de inmediato se lo tilda de “régimen autoritario”.

La CIA,símbolo de la injerencia y del espionaje global,no puede actuar impunemente. 

Los pueblos del mundo deben alzar su voz frente a esta violación flagrante del derecho internacional. 

No se trata solo de Venezuela: se trata del respeto a la autodeterminación de todos los pueblos.

El mensaje es claro: no hay soberanía posible si los imperios siguen decidiendo quién gobierna y quién cae. Venezuela,como tantas veces en su historia,está nuevamente en la primera línea de esa resistencia.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

 

miércoles, 15 de octubre de 2025

👷Los medios de producción en manos de los obreros: ¿cómo se administrarían?👷 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

 

🔸Seré lo más breve y comprensible posible:

•Cuando se habla de poner los medios de producción en manos de los obreros,muchos piensan que se trata de un simple cambio de dueños. Pero no es así. 
•No se trata de que los trabajadores pasen a ocupar el lugar del patrón,sino de transformar desde la raíz la forma en que se organiza la economía,la producción y el poder. 
🔸Es decir: cambiar el modo de producción capitalista por un modo socialista,basado en la propiedad colectiva y la gestión democrática del trabajo.

•Bajo el capitalismo,los medios de producción —fábricas,tierras,maquinarias,bancos,transportes,energía— están concentrados en manos de una minoría que vive del trabajo ajeno. 
Esa minoría decide qué se produce,cuánto se produce,para quién y con qué fin: la ganancia. 
En cambio,cuando los medios de producción pasan a manos de la clase trabajadora,el eje se invierte. 
La producción deja de orientarse al lucro privado y se dirige al bienestar social, 
a satisfacer las necesidades colectivas y no las ambiciones de unos pocos.

🔸Ahora bien,¿cómo se administraría esa nueva estructura económica?

•En primer lugar,a través de consejos obreros democráticos,elegidos por los propios trabajadores en cada fábrica,taller,campo o servicio. 
Estos consejos se encargarían de planificar, coordinar y decidir la producción en función de las necesidades reales de la población. 
Cada consejo sería revocable en cualquier momento,evitando la burocratización y garantizando la participación activa de todos.

•En segundo lugar,mediante una planificación económica central,elaborada por representantes de los consejos obreros de cada sector. 
No se trata de un “Estado que manda desde arriba”, sino de una organización de abajo hacia arriba,donde las decisiones se construyen colectivamente,en base a datos reales,capacidades productivas y prioridades sociales. 
🔸El objetivo: asegurar que los recursos se usen de manera racional,justa y sustentable.

🔸La administración obrera no excluye la técnica ni el conocimiento especializado; los incorpora. 
🔸Ingenieros,científicos y técnicos serían parte de la clase trabajadora organizada,al servicio del bien común y no del capital. 
🔸La diferencia estaría en que sus saberes no serían usados para la explotación ni para el beneficio de una empresa,sino para el progreso de todos.

•En esta forma de organización,la competencia entre trabajadores desaparece y da lugar a la solidaridad productiva. 
🔸No habría despidos masivos por “baja de ganancias”,ni cierre de fábricas “no rentables”. 
Las unidades productivas se adaptarían a nuevas necesidades,se reconvertirían,se integrarían en planes colectivos. 
🔸La economía dejaría de ser un campo de batalla para transformarse en un organismo social consciente.

🔸Por supuesto,no se trata de una utopía inmediata. Requiere de un cambio político profundo,de la toma del poder por parte de la clase trabajadora organizada,y de una transformación cultural que reemplace el individualismo por la cooperación. 

🔸Pero es posible,y sobre todo,necesario.

•Porque mientras los medios de producción sigan en manos privadas,la sociedad seguirá girando alrededor de la ganancia. 
Y cuando los trabajadores los tomen en sus manos,girará alrededor de la vida.

Ⓜ️arcelo Rubèns Balboa ✍️ 

martes, 14 de octubre de 2025

•🏅•El Nobel de la Paz y la degradación de un símbolo: el caso de María Corina Machado•🏅•🅿️or Marcelo Rubèns Balboa ✍️

El Premio Nobel de la Paz,alguna vez considerado el más alto reconocimiento a la lucha por la justicia,la libertad y la dignidad humana,parece haber perdido —una vez más— toda conexión con su propósito original. 
La reciente entrega de este galardón a María Corina Machado no solo evidencia la manipulación política que lo atraviesa,
sino que desnuda la hipocresía de los poderes occidentales que lo utilizan como herramienta de legitimación ideológica.

Machado,representante de la oligarquía venezolana y figura emblemática de la derecha más radical del continente,no es precisamente una defensora de la paz. 
Sus discursos,su cercanía con Washington y su constante llamado a la intervención extranjera en su propio país la ubican,más bien,en el lado opuesto de lo que el Nobel debería representar. 
En lugar de promover el diálogo,la autodeterminación de los pueblos y el respeto a la soberanía nacional,su retórica ha estado marcada por la desestabilización,la confrontación y la subordinación a los intereses del imperialismo norteamericano.

En su primera aparición tras recibir el premio,no tardó en acusar al gobierno de Nicolás Maduro de encabezar una red de narcotráfico —sin pruebas—, y en repetir el viejo guión de Washington sobre “la presencia de grupos terroristas” como Hamás y Hezbolá en territorio venezolano. 
También incluyó en sus ataques a Cuba y Rusia,reforzando la narrativa de que todo país que no se someta al eje estadounidense es,por definición,enemigo de la “libertad”.

Pero lo más grave no fueron sus palabras de odio,sino su mensaje implícito: agradeció y le pidió ayuda a su “mentor”,Donald Trump,para “liberar” a Venezuela. 
En ese eufemismo —tan usado por los voceros de la intervención militar disfrazada de “democracia”— se esconde la intención real: entregar la soberanía nacional y poner los recursos del país al servicio de los grandes consorcios extranjeros.

Resulta entonces indignante que el Comité del Nobel premie a quien representa todo lo contrario a la paz. No es la primera vez que lo hace: ya hemos visto cómo figuras que promovieron guerras,sanciones y bloqueos económicos —verdaderos crímenes silenciosos contra los pueblos— fueron presentadas como “campeones de los derechos humanos”. 
Lo que antes era un símbolo moral universal,hoy parece una medalla que el imperialismo otorga a sus operadores más dóciles.

El Nobel de la Paz se ha convertido en un instrumento de propaganda. 
Premia a quienes defienden los intereses de las grandes potencias y castiga,con el silencio,a quienes luchan de verdad por la independencia y la justicia social. 
Mientras tanto,se ignora a líderes,movimientos y organizaciones que resisten día a día los efectos devastadores del capitalismo y las sanciones,defendiendo su soberanía con dignidad.

Los pueblos conscientes del mundo no deben aceptar esta farsa. No se trata solo de Venezuela,sino de la defensa del principio fundamental de la autodeterminación. Rechazar este “premio” a Machado es,en definitiva,rechazar la manipulación política del concepto mismo de paz.

Porque la verdadera paz no se impone con amenazas,bloqueos o invasiones; se construye con justicia social,respeto a la soberanía y solidaridad entre los pueblos. 
Y nada de eso encarna María Corina Machado ni quienes la premian.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 


•Neoliberalismo y socialismo: dos caminos opuestos frente al destino de la clase obrera• 🅿️or Marcelo Rubèns Balboa ✍️


En el corazón de toda disputa política,económica y moral de nuestro tiempo,late una contradicción fundamental: la que enfrenta al neoliberalismo con el socialismo. 

No es solo una diferencia de enfoques sobre cómo administrar la economía;es una disputa entre dos visiones del mundo,dos proyectos de sociedad irreconciliables. 

Uno busca perpetuar la concentración de la riqueza y el poder en manos de unos pocos,y el otro aspira a redistribuirlos para construir una sociedad verdaderamente justa,donde el trabajo y no el capital sea el eje que lo organice todo.

El neoliberalismo,nacido como respuesta a los avances del Estado de bienestar y a las conquistas sociales del siglo XX,se presenta bajo un manto de “modernización” y “libertad de mercado”. 

En la práctica,significa la privatización de los servicios públicos,la flexibilización laboral,la destrucción de sindicatos,la reducción del Estado a su mínima expresión y la entrega de sectores estratégicos al capital privado —nacional o extranjero—. 

En nombre de la eficiencia,convierte derechos en mercancías: la educación,la salud,la vivienda y hasta el agua pasan a depender del bolsillo y no de la dignidad humana.

Para la clase obrera,las consecuencias son devastadoras: salarios estancados,pérdida de poder adquisitivo,empleos precarios,inseguridad laboral,endeudamiento masivo y una vida cada vez más cara. 

El trabajador,convertido en “recurso humano”,deja de ser sujeto político para transformarse en una pieza reemplazable dentro del engranaje del capital. 

El neoliberalismo no libera,sino que encadena con contratos temporales y promesas falsas de “emprendimiento” individual,donde el éxito de uno se construye sobre el fracaso de muchos.

En contraposición,las políticas socialistas parten de una lógica completamente diferente: la economía debe estar al servicio del ser humano,no el ser humano al servicio de la economía. 

El socialismo busca planificar la producción con un criterio social,orientando los recursos hacia las necesidades colectivas. 

La salud,la educación,la energía y la vivienda son derechos garantizados por el Estado,y el trabajo deja de ser una forma de explotación para convertirse en una actividad digna y socialmente útil.

Cuando el socialismo logra materializarse en políticas concretas —control público de sectores estratégicos,redistribución progresiva de la riqueza,fortalecimiento del salario,participación obrera en la gestión— la clase trabajadora se fortalece: gana poder político,seguridad material y capacidad de decisión sobre su propio destino. 

El Estado no es un mero administrador de intereses privados,sino un instrumento de transformación social.

No obstante,el socialismo no es invulnerable. 

Requiere conciencia de clase,participación activa,y una lucha permanente contra las presiones internas y externas del capital. 

Sin esa base organizada,corre el riesgo de ser desmantelado por los mismos mecanismos que el neoliberalismo usa: la manipulación mediática,la corrupción política y el endeudamiento como forma de dominación.

En síntesis,el neoliberalismo necesita una clase obrera sumisa y desorganizada; el socialismo necesita una clase obrera consciente y protagonista

Uno convierte a los trabajadores en consumidores endeudados; el otro en constructores de su propio destino.

Por eso,cuando la clase obrera elige entre uno u otro modelo,no está escogiendo simplemente entre políticas económicas distintas. Está decidiendo entre su sometimiento o su emancipación.

(...)

✓Pues bien,ordenemos el concepto en términos más claros:

🔸El neoliberalismo y socialismo son dos caminos opuestos frente al destino de la clase obrera.

1️⃣ Dos modelos,dos visiones del mundo:

🔸En el centro del debate político contemporáneo se enfrentan dos concepciones antagónicas: el neoliberalismo y el socialismo. 

🔸No se trata simplemente de distintas formas de administrar la economía,sino de dos proyectos civilizatorios opuestos. 

🔸Uno —el neoliberal— prioriza la ganancia y la acumulación privada; el otro —el socialista— coloca en el centro al ser humano y al trabajo como eje de toda organización social.

🔸El neoliberalismo se presenta con un lenguaje atractivo: habla de “eficiencia”,“libertad de mercado” y “modernización”. 

🔸Pero detrás de esas palabras se esconde una maquinaria que privatiza derechos,desmantela conquistas obreras y concentra el poder económico en cada vez menos manos.


2️⃣ Las consecuencias del neoliberalismo para la clase trabajadora:

🔸Bajo las políticas neoliberales,el Estado se retira,los servicios públicos se degradan o se venden,y los derechos sociales se transforman en mercancías. 🔸Salud,educación,vivienda, energía,agua: todo pasa a depender del bolsillo.🔸

👷La clase obrera,entonces,es empujada a la precariedad. 

🔸Los contratos temporales reemplazan la estabilidad; los sindicatos pierden fuerza; los salarios quedan congelados mientras los precios suben. 

🔸El trabajador deja de ser un sujeto con derechos para convertirse en un engranaje reemplazable del sistema.🔸

🔸El discurso neoliberal de la “libertad individual” termina siendo una trampa: 🔸se exalta el mérito personal mientras se oculta la desigualdad estructural. 🔸En nombre del “emprendimiento”,se promueve la competencia entre los propios trabajadores,debilitando la solidaridad y destruyendo la conciencia de clase.🔸

3️⃣ El horizonte socialista y la dignidad del trabajo:

🔸El socialismo,en cambio,plantea una reorganización profunda de la economía y de la sociedad. 

🔸Propone que la riqueza generada por todos no sea apropiada por unos pocos.🔸 

🔸Por eso defiende el control público de los sectores estratégicos,la redistribución progresiva de los ingresos,y la planificación económica con criterio social.🔸

🔸En un modelo socialista,el trabajo no es un castigo ni un medio de supervivencia,sino una actividad que dignifica,que construye comunidad y que responde a necesidades reales,no a los caprichos del mercado.

🔸Donde el neoliberalismo siembra competencia,el socialismo siembra cooperación. 

🔸Donde uno privatiza y divide,el otro colectiviza y unifica. 

🔸Cuando el socialismo se traduce en políticas concretas —salarios justos,derechos laborales, educación gratuita,participación obrera—,la clase trabajadora no solo vive mejor: recupera el poder de decidir sobre su destino.👷


4️⃣ La batalla política y la conciencia de clase:

🔸Sin embargo,el socialismo no se sostiene por sí solo. 🔸Requiere organización,formación política y una conciencia de clase que sepa identificar al verdadero enemigo. 

🔸Las presiones del capital internacional,la manipulación mediática y la corrupción institucional son las armas que el neoliberalismo utiliza para desmontar los avances populares.🔸

🔸🔸Por eso,cada conquista socialista debe defenderse no solo con leyes,sino con movilización,con educación política y con unidad de la clase obrera.🔸🔸


5️⃣ Conclusión: sometimiento o emancipación:

🔸El neoliberalismo necesita una clase trabajadora dócil,fragmentada,consumista y endeudada.🔸

🔸El socialismo necesita una clase obrera consciente,organizada y solidaria.🔸

🔸Uno perpetúa el sometimiento; el otro abre el camino hacia la emancipación.🔸

🔸🔸En última instancia,cuando los pueblos eligen entre neoliberalismo y socialismo,no están escogiendo entre dos modelos económicos: 🔸están decidiendo entre la explotación o la dignidad,entre el egoísmo del capital o la fraternidad del trabajo.🔸

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa✍️ 

lunes, 13 de octubre de 2025

🔸"El capitalismo y la burguesía: el poder detrás del poder" 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️

El capitalismo no es simplemente un sistema económico; es una forma de dominación.
Su motor no es el bienestar colectivo ni el desarrollo humano,sino la ganancia privada.
Bajo su estructura,la sociedad queda dividida en dos grandes clases: quienes poseen los medios de producción —la burguesía— y quienes sólo disponen de su fuerza de trabajo —el proletariado.

La burguesía,desde su surgimiento histórico,
se presentó como fuerza “liberadora” frente al feudalismo,y en efecto lo fue; pero sólo para ocupar el lugar de dominación que antes tenían los señores feudales.
Sustituyó el vasallaje por el salario,la servidumbre por la “libertad de mercado”, 
y la propiedad comunal por la propiedad privada concentrada.
Con ello,construyó su hegemonía política, económica y cultural.

El capitalismo se disfraza de progreso.
Habla de democracia,
pero es una democracia con precio.
Los grandes medios,las instituciones financieras y los aparatos ideológicos pertenecen a esa misma clase burguesa que domina el mundo.
En nombre de la “libertad de empresa”,el capitalismo justifica la explotación,la destrucción ambiental y la alienación del ser humano. Nos vende la ilusión de que todos podemos “ascender”, cuando en realidad sólo unos pocos suben mientras millones sostienen su escalera.

La burguesía moderna no necesita ya tronos ni coronas: gobierna desde los directorios de las multinacionales,desde los bancos y desde los ministerios de economía. Son los nuevos monarcas del mundo,aunque se escondan tras el lenguaje técnico de los “mercados” o el “crecimiento sostenible”.

Mientras tanto,el trabajador produce la riqueza que nunca disfruta. 
La plusvalía —esa diferencia entre lo que produce y lo que recibe— sigue siendo el corazón palpitante de la injusticia capitalista. 
Y así,el obrero,el campesino,el docente,el médico,el artista,todos aquellos que viven de su trabajo,son los engranajes de una máquina que no les pertenece.

Por eso,hablar del capitalismo sin hablar de la burguesía es hablar de una sombra sin cuerpo.
Es esa clase la que impone su moral,su estética,su idea del éxito y del fracaso. 
Y es contra esa clase que el pueblo trabajador, consciente de su fuerza histórica,debe organizarse.

El capitalismo no caerá por sí solo. 
Lo sostienen millones de conciencias acostumbradas a la resignación. 
Pero la historia enseña que ninguna clase dominante ha sido eterna. 
La burguesía,que un día fue revolucionaria,hoy es un obstáculo para el progreso real de la humanidad. 
Su tiempo,aunque parezca sólido,también pasará.

Cuando el trabajador deje de creer en los mitos del mercado y comprenda que el mundo puede organizarse no en torno a la ganancia,sino a la necesidad humana,ese día habrá comenzado el fin del capitalismo. 
Y con él,el principio de una nueva historia verdaderamente humana.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

🅿️or qué es posible la restauración de la Unión Soviética ☭ 🔸Por Marcelo Rubéns Balboa ✍️

Durante décadas,los ideólogos del capitalismo proclamaron la “muerte del socialismo” tras la disolución de la Unión Soviética en 1991. 
Creyeron que el mundo se rendiría ante la lógica del mercado,la competencia salvaje y la desigualdad estructural. 
Sin embargo,más de treinta años después,los hechos se encargan de demostrar lo contrario: 
la restauración de un proyecto socialista a escala soviética no solo es posible,sino que se vuelve una necesidad histórica frente al fracaso del modelo neoliberal global.

Primero,porque las causas que dieron origen a la Unión Soviética no desaparecieron: 
la explotación,la pobreza, 
el dominio imperialista y la desigualdad entre naciones y clases siguen intactas. 
La caída del socialismo real no eliminó la lucha de clases; la agudizó. 
Millones de ciudadanos en el espacio postsoviético recuerdan que,pese a los errores,en tiempos soviéticos había trabajo, educación gratuita,vivienda,cultura y dignidad. Hoy,tras décadas de “democracia de mercado”, se enfrentan a la desintegración social,la corrupción endémica y la pobreza extendida.

En segundo lugar,porque el capitalismo mundial atraviesa una crisis estructural profunda. 
Las guerras por recursos, 
la concentración obscena de la riqueza y el colapso ecológico son síntomas de un sistema agotado. 
Frente a ese caos,vuelve a surgir la nostalgia por un orden basado en la cooperación y la planificación,donde la economía sirva al pueblo y no a las corporaciones. 
Esa nostalgia no es mero sentimiento: es conciencia histórica. 
Es memoria de una época donde la palabra “futuro” no significaba resignación,sino esperanza.

En tercer lugar,porque el mundo multipolar que emerge abre espacio para nuevas formas de integración socialista. Eurasia,América Latina, África e incluso sectores progresistas de Occidente buscan alternativas al dominio imperial estadounidense. 
En ese contexto,una restauración de la Unión Soviética no tiene por qué ser una simple repetición del pasado,sino una síntesis superior: una Unión renovada,socialista,
humanista,democrática y profundamente internacionalista.

La restauración de la Unión Soviética será posible cuando el pueblo trabajador vuelva a confiar en sus propias fuerzas,cuando comprenda que la historia no terminó y que el socialismo no fue un error,sino una experiencia truncada por el sabotaje, 
la traición y el oportunismo. 
El futuro no pertenece a los oligarcas ni a los burócratas: 
pertenece a los pueblos que se levantan.

Porque,en definitiva,la Unión Soviética no fue solo un Estado: fue una idea.
Y las ideas —cuando encarnan la justicia— no mueren. Renacen.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️