Entrada ¨Lagrimas¨

🔹️"El arte,el artista y otras cuestiones"

🔹️Marcelo Rubéns Balboa《Artista plástico,Montevideo,Uruguay🇺🇾》 En la actualidad,estamos inmersos en un mundo alocadamente globalizado,don...

viernes, 26 de diciembre de 2025

👷Obrera,obrero,asalariados de todos los países: ¿sabés lo que es la plusvalía? 🤔


Si no lo sabés,no es culpa tuya.
El sistema se encarga muy bien de que no lo sepas. Porque si la clase trabajadora entendiera con claridad qué es la plusvalía, entendería también por qué trabaja cada vez más y vive cada vez peor,mientras unos pocos acumulan fortunas obscenas sin producir nada.

•Vamos por partes.
¿Qué es la plusvalía?
La plusvalía es,sencillamente,el trabajo no pago del obrero.
Es la riqueza que vos producís y que el patrón se queda.
Cuando entrás a trabajar,no vendés tu trabajo: vendés tu fuerza de trabajo. 
El capitalista te paga un salario que apenas alcanza para que sobrevivas,comas,pagues el alquiler y vuelvas al día siguiente a trabajar. 
Pero durante la jornada laboral producís mucho más valor del que recibís como salario.
Esa diferencia —ese excedente— es la plusvalía.
Y es la base de toda la ganancia capitalista.
•Un ejemplo simple (porque no hace falta ser economista)...
Supongamos que en 4 horas de trabajo ya generaste el valor equivalente a tu salario diario.
Pero tu jornada es de 8 horas.
Las otras 4 horas,trabajás gratis para el capitalista.
No importa si trabajás en una fábrica,un supermercado,una oficina,una app de reparto o frente a una computadora:
si sos asalariado,generás plusvalía.

🤔 ¿De dónde salen las ganancias de los ricos?

No salen de su “genio”,ni de su “esfuerzo”,ni de “arriesgar capital”.
Salen de:
🔸Jornadas largas🔸
🔸Salarios bajos🔸
🔸Ritmos de trabajo inhumanos🔸
🔸Despidos,precarización y miedo🔸

El capital no crea valor por sí mismo.
El valor lo crea el trabajo humano.
El burgués no es un creador: es un apropiador.

•Plusvalía y explotación: dos caras de lo mismo:

La explotación no es un insulto ideológico.
Es una relación económica concreta.
Mientras exista:
🔸propiedad privada de los medios de producción,
🔸trabajo asalariado,
🔸una clase que vive del trabajo ajeno
existirá plusvalía,y por lo tanto,explotación.

El capitalismo no es injusto “porque funciona mal”.
Es injusto porque funciona exactamente como fue diseñado.

🤔 ¿Por qué no nos lo explican así?
Porque entender la plusvalía es peligroso para el sistema.
Porque cuando el obrero entiende que:
🔸no es pobre porque “no se esfuerza”,
🔸no es explotado por accidente,
🔸no es reemplazable por naturaleza,
empieza a preguntarse por qué otros deciden sobre su trabajo,su tiempo y su vida.
Y cuando la clase obrera empieza a hacerse esas preguntas,empieza también a organizarse,luchar y disputar el poder.

🔸🔸En conclusión: saber es el primer acto de rebeldía:
La plusvalía no es una teoría vieja.
Es una realidad cotidiana.
Está en cada hora extra no paga.
En cada aumento que no llega.
En cada ganancia récord anunciada mientras se recortan derechos.
Por eso,obrera,obrero,asalariado: entender la plusvalía es entender tu lugar en el sistema.
Y entenderlo es el primer paso para cambiarlo.

Porque la historia no la mueven los capitales.
La mueven los pueblos cuando toman conciencia de su fuerza.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

🔸José Gervasio Artigas: el socialista antes del socialismo🔸

 
A José Gervasio Artigas se lo ha intentado encerrar,durante décadas,en una imagen cómoda y edulcorada: prócer neutral,caudillo pintoresco,figura apta para billetes y efemérides. 
Pero Artigas fue algo muy distinto y mucho más incómodo. 
Fue un revolucionario social en una época en la que aún no existía el lenguaje para nombrar aquello que estaba poniendo en práctica. 
Por eso puede afirmarse,sin forzar la historia,que Artigas fue socialista antes de que el socialismo tuviera nombre.
Cuando en 1815 proclama el Reglamento Provisorio de Tierras,Artigas rompe con el orden social heredado de la colonia. 
Allí establece un principio radical: “los más infelices serán los más privilegiados”. No se trata de una consigna retórica,sino de un programa concreto de redistribución de la tierra. 
Los latifundios de los “malos europeos y peores americanos” debían ser expropiados para entregar parcelas a los pobres,a los negros libres,a los zambos,a los indios y a los criollos sin recursos. 
En el Río de la Plata del siglo XIX,esta medida equivalía a una herejía social.
Artigas entendió,con claridad precoz,que la libertad política sin justicia social era una farsa. 
Su proyecto no se limitaba a romper con la corona española,sino a desmantelar la estructura de poder que concentraba la riqueza y condenaba a las mayorías a la miseria. 
Esta concepción lo coloca mucho más cerca del socialismo moderno que del liberalismo ilustrado que luego dominaría los relatos oficiales.
A diferencia de los proyectos oligárquicos de Buenos Aires,Artigas defendió una organización federal,basada en la soberanía de los pueblos y no en la imposición de una élite comercial y terrateniente. 
El centralismo porteño no era,para él,solo una cuestión administrativa,sino una forma concreta de dominación económica y social. 
En ese conflicto,Artigas eligió el bando de los pueblos,de los trabajadores rurales,de los marginados del sistema.
También su relación con los sectores populares revela una ética profundamente igualitaria. 
Artigas vivió como hablaba: rechazó privilegios, compartió la vida del gauchaje y nunca acumuló riquezas. 
Mientras otros líderes de la independencia se transformaban en propietarios y burócratas,él mantuvo una coherencia que hoy resulta incómoda incluso para muchos que se dicen herederos de su pensamiento.
No es casual que Artigas haya sido combatido, traicionado y finalmente condenado al exilio. 
Su derrota no fue solo militar: fue la derrota de un proyecto social adelantado a su tiempo. 
Las burguesías nacientes no podían tolerar a un líder que cuestionara la propiedad concentrada y pusiera a los pobres en el centro de la política.
Llamar a Artigas “socialista” no significa anacronismo,sino comprensión histórica. 
No conoció a Marx ni habló de plusvalía,pero entendió algo esencial: que la desigualdad no es natural y que la tierra,la riqueza y el poder deben servir al bienestar colectivo. 

En tiempos donde se vacía su figura de contenido,recuperar al Artigas radical,popular y profundamente social es un acto de memoria y de lucha.
Artigas no fue un mito neutro. 
Fue un precursor. 
Y como todo precursor de la justicia social,sigue siendo peligroso para el poder.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

jueves, 25 de diciembre de 2025

•Bukele: el marketing del orden y el negocio del poder•


Para algunos,Nayib Bukele es el “modelo” de seguridad: cárceles gigantes,mano dura,pandillas sometidas,likes en redes y elogios de Donald Trump. 

Para otros —cada vez más— es el ejemplo acabado de cómo el autoritarismo se disfraza de eficacia y cómo la corrupción aprende a vestirse de modernidad. 
Detrás del relato épico del orden recuperado,hay una pregunta incómoda que el marketing oficial intenta silenciar: ¿quién es realmente Bukele y a quién sirve su poder?

Desde que asumió la presidencia de El Salvador,Bukele y su entorno familiar adquirieron 34 propiedades,entre ellas plantaciones de café,terrenos y apartamentos de lujo,valuadas en alrededor de más de 10 millones de dólares. 
No es un rumor,no es una consigna: son algunos datos documentados hasta ahora,puede haber más.

Mientras tanto,la extrema pobreza se duplicó. 
El contraste es obsceno y brutal: un país empobrecido financiando la acumulación privada de una nueva élite gobernante.

El “milagro Bukele” se sostiene sobre un pilar central: el estado de excepción permanente. Detenciones masivas,suspensión de garantías constitucionales,miles de personas presas sin debido proceso. 
¿Se redujo la violencia? Sí. 
¿A qué costo? 
Al costo de convertir la arbitrariedad en norma y el miedo en política pública. 
La historia latinoamericana ya conoce este libreto: orden sin justicia,seguridad sin derechos,silencio impuesto como sinónimo de paz.

Bukele no combate el crimen organizado: administra el control social. 
No desmantela las causas estructurales de la violencia —pobreza,desigualdad, exclusión—,simplemente las encierra,las oculta y las usa como escenografía para su proyecto personal. 
Un proyecto que concentra poder,anula contrapesos institucionales y convierte al Estado en una extensión del líder y su círculo íntimo.

Que Trump lo elogie no es casualidad. 
Bukele encarna el sueño húmedo de la derecha autoritaria global: un presidente que gobierna por decreto,desprecia los derechos humanos,reduce la política a espectáculo y transforma la represión en producto exportable. Cárceles como atracciones mediáticas,presos como trofeos,y redes sociales como tribunal supremo.

No existe el presidente de derecha honrado. 

No porque la corrupción sea un defecto individual,sino porque el modelo mismo está diseñado para saquear: privatiza ganancias,socializa miseria y necesita del autoritarismo para sostenerse. 

Bukele no es una anomalía; es una consecuencia lógica de un sistema que concentra riqueza mientras predica disciplina a los de abajo.

El problema no es solo Bukele. 
El problema es la naturalización de la idea de que los pueblos deben elegir entre derechos o seguridad,entre democracia o eficiencia. 
Esa falsa dicotomía siempre termina igual: con más poder para unos pocos y menos vida digna para las mayorías.

La historia es clara y no perdona: cuando el orden se impone sin justicia,lo que se construye no es paz,es dominación. 
Y cuando el líder se vuelve intocable,el pueblo paga la cuenta.

(...)

El caso Bukele deja una lección incómoda pero imprescindible: no todo lo que nace en la izquierda pertenece al pueblo. 
Su origen político,amparado y promovido por el FMLN en sus primeros pasos como alcalde,no fue un accidente menor,sino una falla grave de lectura política,de formación y de control. 
La izquierda salvadoreña no solo lo toleró: lo impulsó. 
Y al hacerlo,engendró a su propio verdugo.

Bukele no traicionó de un día para otro; ya estaba ahí: el personalismo,el desprecio por la organización colectiva,el culto a la imagen,la lógica del líder por encima del proyecto. 

Cuando rompió con el FMLN,no abandonó esas prácticas: simplemente las llevó a su máxima expresión,ahora sin límites ni contradicciones internas.
Este es el fracaso más profundo: creer que ganar elecciones equivale a construir poder popular. 

La izquierda que renuncia a la vigilancia política,que confunde renovación con oportunismo y carisma con conciencia de clase,termina vaciando su propia herramienta histórica. 
Y ese vacío siempre lo ocupa el autoritarismo.

La enseñanza es clara y dolorosa: no basta con decirse de izquierda; hay que serlo en práctica,en ética y en compromiso con el pueblo. 
Ser celosos,críticos y vigilantes no es sectarismo: es defensa política. 
Porque cuando la izquierda baja la guardia,el monstruo no viene de afuera: sale de adentro.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

👷"El protagonismo obrero frente a la ofensiva imperial"👷

 
La historia de Nuestra América no se repite por azar: se repite cuando los pueblos olvidan quién es el enemigo y quién tiene la fuerza real para enfrentarlo. 
Hoy,una vez más,el imperialismo estadounidense despliega su maquinaria política,mediática y económica para intervenir en los procesos electorales de la Patria Grande. 
Cambian los métodos,se maquillan los discursos,pero el objetivo sigue siendo el mismo: disciplinar a los pueblos,garantizar la subordinación económica y asegurar gobiernos funcionales a los intereses del capital transnacional.
Ante esta embestida,no alcanza con discursos tibios ni con promesas electorales vacías. 
Mucho menos con confiar en políticos lacayos o en pseudos izquierdistas que hablan en nombre del pueblo mientras negocian a espaldas de él. 
La experiencia histórica es contundente: cada vez que el poder popular delegó su destino en dirigentes sin compromiso real con la clase trabajadora,el resultado fue derrota,represión y retroceso social.

Los años 70 son una herida abierta en la memoria colectiva de América Latina. 
Golpes de Estado,dictaduras sangrientas,desapariciones,persecución política y destrucción de conquistas obreras no fueron accidentes ni errores aislados. 
Fueron la respuesta del imperialismo y de las oligarquías locales cuando los pueblos comenzaron a avanzar,cuando la organización sindical,la conciencia de clase y los proyectos emancipadores pusieron en jaque el orden establecido. 
Olvidar esa lección es abrir la puerta a que la tragedia vuelva a golpear.
Por eso,la hora actual exige claridad política y protagonismo social. 
No hay atajos: solo el poder obrero,organizado y consciente,puede enfrentar y vencer al imperio. 
No se trata únicamente de votar,sino de construir correlación de fuerzas real en la calle,en los lugares de trabajo,en los sindicatos,en los barrios y en cada espacio donde se produce y se reproduce la vida social. 
La clase trabajadora no es un actor secundario del proceso histórico: es su sujeto central.
Las elecciones,en este contexto,no pueden ser vistas como un fin en sí mismo,sino como un terreno más de disputa. 
Sin organización popular,sin movilización permanente y sin independencia política de la clase obrera,cualquier triunfo electoral queda a merced del chantaje financiero,la desestabilización externa o la traición interna. 
La democracia vaciada de contenido social es fácilmente capturada por el capital.
La Patria Grande necesita memoria,necesita conciencia y necesita coraje. 
Frenar la ofensiva de los Estados Unidos y de sus aliados locales no es una tarea abstracta ni futura: es una urgencia histórica. 
O el pueblo trabajador toma en sus manos el rumbo de nuestros países,o volveremos a pagar con pobreza, represión y dependencia el precio de la ingenuidad política.

La disyuntiva es clara. 
No hay neutralidad posible. 
La historia la escriben los pueblos cuando deciden ponerse de pie.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

☭ ¿Por qué las tropas nazis preferían rendirse ante los Aliados occidentales y no ante el Ejército Rojo? 🚩

 

Hacia el final de la Segunda Guerra Mundial,
un patrón se repitió de manera sistemática: cuando la derrota alemana era inevitable,decenas de miles de soldados nazis buscaron desesperadamente rendirse ante británicos y estadounidenses,evitando a toda costa caer prisioneros del Ejército Rojo. 
No fue casualidad ni simple rumor. 
Fue una decisión racional,política y moralmente reveladora.


La respuesta es tan evidente como incómoda para ciertos relatos históricos: los nazis sabían exactamente lo que habían hecho en el Este.

🔸El frente oriental: una guerra de exterminio:

La invasión a la Unión Soviética no fue una guerra convencional. 
Fue concebida desde el inicio como una guerra de aniquilación. 
En territorio soviético,el ejército alemán y las SS llevaron adelante:
🔸Ejecuciones masivas de civiles🔸
🔸Destrucción sistemática de aldeas🔸
🔸Hambre planificada como arma de guerra🔸
🔸Exterminio de judíos, comunistas y partisanos🔸
🔸Trato brutal a prisioneros de guerra soviéticos (millones murieron)🔸

No se trató de “excesos aislados”,sino de una política de Estado. 
Los soldados alemanes sabían que habían sido parte —activa o pasiva— de crímenes sin precedentes. 
Y sabían también que el Ejército Rojo no avanzaba como fuerza ocupante neutral,sino como un pueblo en armas que había pagado la guerra con más de 27 millones de muertos.

🔸El miedo a la justicia,
y a la venganza histórica:

Rendirse ante los soviéticos significaba enfrentar:
🔸Juicios
🔸Años de cautiverio
🔸Trabajos forzados
🔸Y,sobre todo,la mirada de quienes habían visto su tierra arrasada🔸

No era solo temor a represalias. 
Era el reconocimiento tácito de una culpa histórica. 
El soldado nazi sabía que, 
del lado oriental,no había relato edulcorado posible.

🔸Occidente: rendición,reciclaje y silencio:

En cambio,rendirse ante Estados Unidos o Gran Bretaña ofrecía otra perspectiva:
🔸Mejores condiciones de prisioneros🔸
🔸Reintegración relativamente rápida🔸
🔸Y,en muchos casos,olvido conveniente🔸

•Con el inicio de la Guerra Fría,numerosos oficiales nazis fueron reciclados:
Científicos incorporados a programas militares
Espías y cuadros de inteligencia reutilizados
Criminales de guerra convertidos en “aliados tácticos” contra el comunismo.
•El enemigo ya no era el fascismo derrotado,sino el socialismo victorioso. 
Y eso cambió muchas prioridades morales.

•La diferencia esencial:

Por eso las tropas nazis corrían hacia el oeste mientras el Ejército Rojo avanzaba desde el este.
No huían solo de los soviéticos: huían de la verdad histórica.
El Ejército Rojo no solo derrotó militarmente al nazismo; lo desnudó. 
Mostró al mundo los campos,las fosas comunes,las ciudades arrasadas. 
Plantó su bandera en Berlín no como gesto simbólico, sino como resultado de una guerra librada casa por casa,cadáver por cadáver.

Que los nazis prefirieran rendirse a los Aliados occidentales no habla de la “crueldad soviética”,como tantas veces se intenta insinuar. 
↪️Habla,más bien,de:
🔸La magnitud de los crímenes cometidos en el Este🔸
🔸El papel decisivo de la Unión Soviética en la derrota del fascismo🔸
🔸Y la diferencia entre una justicia histórica incómoda y una conveniencia política calculada🔸


La historia es clara.
Quienes incendiaron pueblos,asesinaron civiles y soñaron con esclavizar continentes sabían perfectamente ante quién podían fingir arrepentimiento y ante quién no.

☭ Porque el Ejército Rojo no venía a negociar el relato.
Venía a cerrar una cuenta escrita con sangre. ☭

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

miércoles, 24 de diciembre de 2025

🗣️"Que los estandartes fascistas estén a los pies de los vencedores"

 
Que los estandartes fascistas estén a los pies de los vencedores no es una imagen de revancha: es una imagen de justicia histórica. 
Es la representación simbólica de un límite que los pueblos del mundo,a un costo inmenso en vidas,decidieron trazar con claridad: el fascismo no puede ni debe volver a erigirse como proyecto político legítimo.

El fascismo no es una simple ideología más en el mercado de las ideas. 

Es la negación violenta de la humanidad del otro,la exaltación de la muerte como método de gobierno y la organización sistemática del terror para preservar privilegios de clase. 
Allí donde avanzó,dejó campos de concentración,pueblos arrasados,culturas perseguidas y millones de trabajadores sacrificados en nombre del capital,la raza o la nación “superior”.

Por eso,cuando sus símbolos y estandartes yacen derrotados,no se humilla a un pueblo: se honra a las víctimas. 
Se rinde tributo a quienes resistieron,a quienes organizaron la lucha clandestina,a quienes empuñaron las armas o sostuvieron la esperanza desde las fábricas,los campos,las cárceles y los frentes de batalla. 
Cada bandera fascista caída es una victoria de la vida sobre la barbarie.

La historia enseña que el fascismo no surge de la nada. 
Es la respuesta desesperada de las clases dominantes cuando el orden capitalista entra en crisis y ya no puede sostenerse por medios “democráticos”. 
Por eso reaparece una y otra vez,maquillado de nuevos discursos,intentando lavar su pasado criminal y presentarse como “orden”, “seguridad” o “patriotismo”. 
Olvidar esto es abrirle nuevamente la puerta.
Mantener los estandartes fascistas a los pies de los vencedores es también un acto de memoria activa. 
No para regodearse en el triunfo,sino para recordar que la lucha contra el fascismo es permanente,que ninguna conquista es irreversible y que la neutralidad frente al odio organizado siempre termina favoreciendo al opresor.
No se trata de glorificar la guerra,sino de afirmar con firmeza que hay causas que justifican la resistencia. 
Que hay momentos en la historia donde la humanidad avanza porque alguien dijo “hasta aquí” y estuvo dispuesto a defenderlo. 
Y que,frente al fascismo,no caben ambigüedades: se lo derrota,se lo juzga y se lo mantiene fuera del futuro.

Que sus estandartes permanezcan en el suelo, 
no por venganza,sino como advertencia. 
Porque cada vez que el fascismo intenta levantarse, los pueblos tienen derecho —y deber— de volver a hacerlo caer.

(...)


🔸La verdad histórica que incomoda: Stalin,el Ejército Rojo y la derrota del fascismo 🚩☭

La mayor maquinaria de guerra fascista jamás vista fue detenida y derrotada no por casualidad ni por milagro,sino por la acción consciente de un pueblo organizado y un liderazgo firme. 

Joseph Stalin encabezó la resistencia histórica que aplastó al nazifascismo,junto a un pueblo soviético que nunca se dio por vencido,incluso cuando el costo fue inconmensurable. 
Negar este hecho no es ignorancia: es una operación política.

Cuando los estandartes fascistas fueron arrojados a los pies del gran Lenin,no se trató solo del final de una guerra. 
Fue el derrumbe de un proyecto de exterminio que amenazaba a toda la humanidad. 
Fue la victoria del Ejército Rojo de obreros y campesinos,la victoria de nuestra clase,organizada,disciplinada y consciente de que lo que estaba en juego no era solo un territorio,sino el futuro mismo del mundo.

El verdadero punto de quiebre para el fascismo no fue el desembarco en Normandía,por más épico que la propaganda occidental haya querido presentarlo. 
El auténtico día D del fascismo fue la invasión a la Unión Soviética,cuando Hitler decidió avanzar hacia el Este y cavó su propia tumba histórica. 
Desde Moscú hasta Stalingrado,desde Kursk hasta Berlín,fue allí donde el monstruo fue desangrado,derrotado y finalmente destruido.

Que hoy se intente igualar a Stalin con Hitler no es un error académico ni un debate inocente: es una falsificación deliberada de la historia. 
Es el intento del imperialismo de borrar el papel central de la URSS en la derrota del fascismo,de deslegitimar la experiencia socialista y de ocultar que fue un Estado obrero el que salvó a la humanidad de la barbarie nazi. 
No se puede equiparar al verdugo con quien lo derrotó,sin traicionar la verdad histórica.

Estas distorsiones no duelen por casualidad. 
Duelen porque revelan una verdad incómoda: que el fascismo fue vencido por un sistema que el capitalismo teme,que la clase trabajadora organizada puede no solo resistir,sino vencer incluso a la más brutal maquinaria militar jamás construida. 
Por eso se contaminó durante décadas a parte del mundo con mentiras,silencios y tergiversaciones.

La bandera obrera flameando victoriosa sobre el Reichstag no fue solo una imagen: fue un mensaje al mundo. 
Fue la prueba material de que los pueblos,bajo un liderazgo decidido y con un proyecto histórico claro,pueden derrotar incluso a las fuerzas más oscuras de la historia. 
Esa bandera no representa el pasado; representa una advertencia permanente para quienes sueñan con restaurar el fascismo bajo nuevos disfraces.

La historia está ahí,escrita con sangre,sacrificio y heroísmo colectivo. 
Y habla con contundencia. 
Por más que les duela a los imperialistas,la derrota del fascismo tuvo un nombre, 
un ejército y una clase social como protagonista. 
Negarlo no cambiará los hechos. 
Recordarlo es un acto de memoria,de justicia y de compromiso con el futuro.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

lunes, 22 de diciembre de 2025

➖La línea que atraviesa a la humanidad➖

 
•La humanidad está dividida en ricos y pobres,en propietarios y explotados.•

Esta afirmación no es una consigna vacía ni una exageración retórica: es la descripción más cruda y honesta de la realidad social que atraviesa al mundo desde el surgimiento de las sociedades de clases. 
Negar esta división,o intentar diluirla en discursos de armonía abstracta,no es un gesto de neutralidad: es tomar partido por el orden existente.
La historia humana no puede comprenderse sin reconocer el antagonismo entre quienes poseen los medios de producción y quienes solo cuentan con su fuerza de trabajo para sobrevivir. 
Esta división estructura la economía,la política,la cultura y hasta las ideas dominantes de cada época. Los ricos no lo son por mérito individual aislado,así como los pobres no lo son por fracaso personal: ambos son productos de una organización social que concentra la riqueza en pocas manos y socializa la miseria entre las grandes mayorías.
Abstraerse de esta división fundamental implica extraerse deliberadamente de los hechos. 
Es cerrar los ojos frente a la explotación cotidiana,frente a jornadas laborales precarizadas,salarios insuficientes,desempleo estructural y vidas enteras condicionadas por la necesidad. 
Es ignorar que la riqueza acumulada por unos pocos es el resultado del trabajo no pagado de millones. 
No existe una “clase media” abstracta flotando por encima del conflicto social: toda persona ocupa un lugar concreto en la estructura de clases,aunque no siempre sea consciente de ello.
El discurso que niega la lucha entre ricos y pobres suele presentarse como moderno, conciliador o “superador de ideologías”. 
En realidad,cumple una función muy precisa: desarmar políticamente a los explotados,convencerlos de que no existen intereses contrapuestos,de que todos estamos “en el mismo barco”. 
Pero mientras algunos viajan en camarotes de lujo,otros reman para que el barco no se hunda.
Reconocer la división de clase no es promover el odio ni la violencia; es asumir la verdad material sobre la que se organiza la sociedad capitalista. 
Solo a partir de ese reconocimiento es posible hablar seriamente de justicia social,democracia real y dignidad humana. 
La igualdad no puede nacer de la negación del conflicto,sino de su resolución.

La humanidad está partida en dos,y fingir que no es así no la une: la condena a seguir reproduciendo la injusticia. 
Tomar conciencia de esta división es el primer paso para transformarla. 

Porque la historia no avanza por el consenso entre explotadores y explotados, sino por la lucha de los pueblos por su emancipación.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️