Bostezo de fuego en el horizonte,
parece que se incendia el mar,pero simplemente el sol se apaga en las aguas,
se sumerge a descansar dándole paso a la noche que baja su telón sobre la ciudad.
Se eleva cual diosa de los cielos la hermosa luna,donde un niño travieso se
pinta alas para volar hacia su claro,
hacia su valle de sueños.
Ella le canta canciones para no dormir,
ella le canta canciones para soñar,
para fortalecer sus alas,
para que nunca deje de volar.
Ay! mi luna blanca,
mi luna sobre mi mar,
mis sueños,
mis alas,
mi libertad !
Aquí,en la cuidad donde el río se funde con el mar,madre he hija,río y mar,
en las costas de Montevideo...
donde nunca está sola la soledad.
Marcelo Rubèns Balboa
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