🔹16 de julio de 1950,un día como hoy Uruguay concretaba la hazaña futbolística más grande del siglo 20.
Un día como hoy once charrúas salen al gran Maracaná,repleto por más de 200.000 almas,eufóricas,esperando ver salir campeón a Brasil por primera vez.
Con el empate les alcanzaba,la mesa estaba servida,el gran festín donde serían devorados los uruguayos.
Empieza ganando Brasil,el grito de gol estremece al gigante de Río....
Despierta al monstruo,la tarde se indigesta,Uruguay da vuelta la mesa,se corona campeón mundial por cuarta vez; 16 de julio de 1950,Río de Janeiro,donde unos pocos charrúas son responsables de un silencio atronador,
los que hablaban eran los 200.000 ojos,que no acreditaban lo que veían.
¡Salú campeones! ¡Salú Uruguay! ¡Salú gloriosa celeste!
Marcelo Rubèns Balboa✒
(...)
↪Eduardo Galeano ✒
🔹Julio 16
↪'Mi querido enemigo'
Blanca era la camiseta de Brasil. Y nunca más fue blanca,desde que el Mundial de 1950 demostró que ese color daba desgracia.
Doscientas mil estatuas de piedra en el estadio de Maracaná: el partido final había concluido,Uruguay era campeón del mundo,y el público no se movía.
En la cancha deambulaban,todavía, algunos jugadores.
Los dos mejores,Obdulio y Zizinho,se cruzaron.
Se cruzaron,se miraron.
Eran muy diferentes. Obdulio,el vencedor, era de hierro. Zizinho,el vencido,estaba hecho de música.
Pero también eran muy parecidos: los dos habían jugado lastimados casi todo el campeonato,uno con el tobillo inflamado,el otro con la rodilla hinchada, y a ninguno se le había escuchado una queja.
Al fin del partido,no sabían si darse un puñetazo o un abrazo.
Años después,le pregunté a Obdulio:
—¿Te ves con Zizinho?
—Sí. De vez en cuando. Cerramos los ojos y nos vemos.
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