Nuestra Madre encarnada,delicada dama,
sus manos hacen volar los más diversos colores,
de ella es el sol,la luna y las estrellas,
los amaneceres,los días,los atardeceres,las noches.
Ella es nacimiento,es vida girando,es renovación;es magia.
De ella son los mares,los ríos,los arroyos,
las cascadas,las aguas mansas donde se lava su carita,
donde se refleja y se comparte,la lluvia que moja la tierra,
el viento primaveral,la blanca nieve,las verdes praderas,las montañas.
[...]
Pero cuidado!
Ella también es temporal,es tornado,huracán!
De ella es el fuego,el volcán,el estrépito del trueno,
cuando se enoja puede alzar su voz,su grito que nos avisa,
que nos advierte.
Y crean,no la quieran ver enfurecida .
Por eso,a las damas se las respeta,
se les besa la mano y siempre primero,
más aún cuando es tú madre,
dadora de vida;
de tú VIDA.
Marcelo Rubéns Balboa_
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