APOSTALE AL SIETE ROJO 🃏®

Primero fueron las cartas,
luego la radio,
después la televisión,
ahora las redes,
distintos monstruos que creías controlar.

Eres un gran jugador,
la gran ruleta giraba y siempre caía en el número de tan diestro apostador.

La banca gana,magistral negocio,
cerebro que brilla pero no alumbra.

Pateaste el hormiguero,
y las hormigas,poquito a poco,
hicieron su trabajo de obrero,
construyeron su propia conciencia
con los ladrillos de tu propio juego.

Te creiste un dios en la tierra,
creiste en tu propia profecía,
tu cielo lo han tomado los otros
que en su momento financiaron el credo.

《La banca siempre gana muchachito》

Ahora ellos juegan tu juego,
a su manera tan "sutil",
parados en la gran montaña,
cimentada por tu materia gris.

El juego se torna peligroso,
la bolilla no siempre cae en ése número,
te ordenan reconfeccionar,
porque hay demasiadas hormigas,

que lo aprendieron a jugar.

Te esmeras,quieres de nuevo el control,
pero son demasiadas galerías,
las hormigas aprendieron del "maestro",
lo han superado y son una fortaleza,
su ejército se ha infiltrado en los intestinos del monstruo,

dolor abodminal,
por su culo sale,lo que las hormigas te devuelven sin parar.

En el gran inodoro de tus amos,
las hormigas empezaron a picar,
a ésos culos acostumbrados a cagar caviar.

《Has bien tu trabajo muchachito,
estas nalgas no saben perdonar,
corre peligro tu culo; insomnio,pastillas,
no descansan tus sienes,el juego es un gran dolor de cabeza...
cuándo la banca comienza a tambalear.

Marcelo Rubéns Balboa _