Lorena enfrenta las mismas pupilas,miradas mudas,
silencio amargo de la rutina que no siente,porque ya no hay nada más que sentir.
Vientos otoñales arrancan las hojas del almanaque,de a poco,se va deshojando el árbol dónde alguna vez estuvo asentado su nido.
Brinda la noche en copa de cristal ocre,dejando impreso sus labios al borde de los besos,espejo de aquellos sedientos del ayer.
La luna de frente a su ventana,
la espalda del sol de frente a sus ganas,el dormir en un colchón de piedra,el perfume de la soledad satura la madrugada.
(...)
El sueño llega batiendo alas,
en un día por casualidad,
susurra la historia de Lorena,
y en su cielo la invita a volar.
Lorena desnuda su estrella,
destella con brillo real,
una carta con letra apurada
dice todo lo que hay que escuchar.
Y los ojos que nunca miraron,y la boca que habló sin hablar,ahora aprende que a ciertas libertades no hay dinero que las pueda comprar.
Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa✍
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