Mi Dios habita en mis hermanos morenos,
descendientes de aquellos que trajeron,
en navíos con cadenas y grilletes y
Mi Dios habita en las pieles tostadas,indios guerreros,
que lucharon y luchan por preservar sus culturas.
Mi Dios habita en éstas tierras,
bien al sur de los sueños,
en la mirada limpia de su cielo
sin mezquindades ni infierno.
Mi Dios habita en los cuerpos de ésas mujeres que danzan al ritmo de tambores,
llamando a las deidades ancestrales que emanan de la naturaleza de sus vientres.
_Ellas me hablan con voz suave,
me acarician,maravillosa costumbre de morder la manzana haciendo nacer el futuro,
con todito el pecado! que pueda caber en el mundo.
Mi Dios habita en los labios que besan,
la tierra trabajada por los descalzos,
que siendo sus legítimos dueños están en otras manos.
Malditos los que se arrogan el ¨divino¨ ¨derecho¨ desde hace más de quinientos años;
espada! bala! asesinos! sangre inocente derramada!
Mi Dios se alza siempre sobre sus derrotas,
ha resucitado de muchas muertes,
mi Dios no le teme a un diablo inventado,
ni roba,ni compra la fe de los más desamparados.
Mi Dios habita en los corazones de los pueblos de mi patria,
exuberante paraíso,arco iris,millones de colores!
se reflejan en las pupilas del niño.
_Mi Dios me habla,me cura el alma sin pedirme nada a cambio,
cantamos,nos emborrachamos de magia,reímos hasta caer rendidos,
bajo unas nubes cargadas de ésa lluvia que hace crecer la vida!
Mi Dios habita aquí,éste es su templo,
donde la luna y las estrellas
bailan,libres,en la inmensidad del cielo,
camina por los verdes campos,
se baña en las aguas dulces de los ríos,
y a orillas del mar escucha,cantar a las caracolas,
en el reinado de sal que comanda una diosa vestida de espuma.
_El Dios del que les hablo no tiene dos mil dieciséis años es mucho más antiguo,
pero el que nos impusieron no goza de la juventud del mío.
Mi Dios habita en sus conjuros con olor a hierbas tan acusado de brujería,
le dicen ignorante personas que afirman,que una mujer sin sexo engendró a su hijo,
el cual caminó por encima de las aguas y resucitó a los pocos días.
Yo sí creo no se confundan,
en mi Dios mujer y hombre,
morena,moreno,mulata,mulato,india,indio,de mi tierra y de mi gente,
a su lado camino,sintiendo el sol en la frente,
respiro su aliento,su brisa,primavera de un delirio,
sin discriminar a nadie,me siento realmente bendecido!
[...]
Yo sí creo en mi Dios,
y elevo mis oraciones,
en una noche,en Montevideo,
arrodillado ante la ermita
de nuestra señora del desvelo.
Marcelo Rubéns Balboa_