Se apagan las luces,se sube el telón,
la música suena,comienza la función.
Títeres de varios colores danzan al compás,unas manos en las sombras los hacen saltar,hilos invisibles sujetan su actuar y entre risas y llantos la trama se hace real.
Títeres en plena procesión tras un guión escrito por el mandón,
montaje trágico advierte el espectador y la noche sin estrellas invade el salón.
Titeres con traje de Armani aparecen en acción,pero el hábito no hace al monje, advierte una voz,distinguidos invitados,en el palacio mayor,se sientan al costado y cenan lo mejor,
de las sobras que va tirando desde el trono,la voz.
Bellas damas acompañan,adornando la visual,solo escuchan y se ríen,
ni siquiera se atreven a pensar.
Cena que indigesta a los títeres,
uno se emborrachó,y de su boca salen verdades que le advierten que no es ficción.
Títeres alocados de tanta humillación,se retiran sin aliados,se revuelcan en fiera confrontación,y los hilos siguen tirando hacia el gordo hablador.
Títeres entre títeres,empapados en Cardhu,tambalean,se dan a la fuga,
bocanadas de fuego,humo de Montecristo,obsequio del mandón,
que con siniestra carcajada,da por culminada la función.
-Se baja el telón. (Sin aplausos)
The end.
Marcelo Rubéns Balboa ✒
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