Sobre su mar se columpia una sirena,
un árbol ya sin hojas es su balsa salvadora.
Ella toma impulso,vuela alto,
quiere tocar el cielo,que se parece a su mar,pero está muy lejos.
El sol entre las nubes la observa,
casi lo alcanza...
pero él se aleja a cada impulso.
En su mar,que era verde,ahora,
es derrame de basura contaminante;
ella es la única sobreviviente a la ambición humana.
No sabe cuanto aguantará en su columpio,sin tocar agua,sin esa sal vital.
un árbol ya sin hojas es su balsa salvadora.
Ella toma impulso,vuela alto,
quiere tocar el cielo,que se parece a su mar,pero está muy lejos.
El sol entre las nubes la observa,
casi lo alcanza...
pero él se aleja a cada impulso.
En su mar,que era verde,ahora,
es derrame de basura contaminante;
ella es la única sobreviviente a la ambición humana.
No sabe cuanto aguantará en su columpio,sin tocar agua,sin esa sal vital.
(...)
Una sirena que no sabíamos que existía resiste,sola,
en el mundo dejado,
mitad humana,mitad pez,
quiere alas para volar hacia otro universo,
pero no es ave,
es pez.
Toma impulso con todas sus fuerzas,
con todos sus sueños a cuestas,
pesado equipaje para una sirena sola...
en el mundo dejado,
mitad humana,mitad pez,
quiere alas para volar hacia otro universo,
pero no es ave,
es pez.
Toma impulso con todas sus fuerzas,
con todos sus sueños a cuestas,
pesado equipaje para una sirena sola...
en lo poco que dejó la mezquindad.
Marcelo Rubéns Balboa_
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