Cuenta mi madre:
En los altos cielos,donde Dios reina sentado en su trono de nubes todo es armonía,paz.
Un día Dios llama en consulta a San Pedro...
_me has mandado a llamar señor?
-sí,mi fiel amigo,tengo un encargo importante para ti...
_pues diga,mi señor,a sus órdenes como siempre.
-Quiero que recorras el mundo amigo,
quiero ver que tal va mi obra,quiero que me cuentes como está la humanidad,si en realidad mi creación está en total armonía...
_señor,contestó Pedro,sus deseos son órdenes para mi,eso haré...
y con una reverencia se despidió llevando la responsabilidad otorgada por el creador.
San Pedro,guardián del gran portón,
es el que tiene la llave que abre las rejas que dividen el cielo;
solo pasa quién está a la altura de semejante honor ; descansar en los jardines celestiales.
Pedro llamó a su ángel de confianza para entregarle en custodia las llaves y confiarle la tarea de abrir y cerrar el portón del paraíso,así él podría cumplir con lo que Dios le había encomendado;
así lo hizo y marchó hacia la tierra.
Pedro,fuera del cielo se encontró con un gran árbol,frondoso,su sombra era una fresca tentación para un largo y reparador descanso,que según él,ante tanta tarea celestial se merecía.
Entonces Pedro se recostó sobre el tronco de ese árbol y bajo su sombra se durmió...
pasaron las horas,los días,semanas, meses.
Pedro,después de un largo descanso se despierta,sacude su modorra,arregla sus cabellos largos,blancos,al igual que su barba.
Dándose cuenta del tiempo pasado decide dirigirse de vuelta al cielo ;
total,quién podría sospechar que él no había recorrido la tierra?
Se dirige Pedro entonces hacia el paraíso,hacia el gran trono de Dios.
_Mi señor (reverencia de por medio) puedes quedarte tranquilo,tu obra es la más perfecta y bella,todos están felices,
cantan los niños,todos ríen,todos trabajan solidariamente para el bien común,en fin,mi señor,su creación está en justo equilibrio.
Dios,entonces,ante tal narración,ante tales palabras,acariciando su larga barba se acomoda en su trono ancestral,lo mira fijamente por unos minutos...
levanta sus manos,se estremecen los cielos,retumba el más furioso de los truenos,se para,y con su cetro de mando lo señala,y ya su voz no fue en tono suave....
-¡te ordeno Pedro que cumplas con lo que te he encomendado! ¡te lo ordeno!...
y no vuelvas hasta que hayas recorrido el mundo!
Pedro,ante semejante rezongo,pálido,temblando,no dijo nada,
solo se marchó,y esta vez dispuesto a recorrer la tierra.
Pasados siete meses Pedro regresa ante el trono de Dios,cuenta:
_señor,en la tierra,en muchos lugares se respira sufrimiento,el hambre es un flagelo,el egoísmo de algunos condena a muchos,unos ríen,otros lloran,nacen muchos,mueren demasiados,la guerra es la enfermedad que más satura de almas nuestro cielo,de niños,de sueños interrumpidos tempranamente.
Los hombres y las mujeres trabajan muchas horas al día para poder llevar el sustento al hogar,niños también lo hacen!...
_hay muchos que no tienen hogar,hay muchos humanos y animales en situación de calle,las sociedades son cada vez más frías,la indiferencia campea,mi señor.
_Pero,también existen las personas que luchan por un mundo mejor,más justo para todos,y eso me ha reconfortado,creo,mi buen Dios,que no todo está perdido.
Entonces,Dios agacha su cabeza por unos segundos como lamentándose,
se levanta de su trono,se dirige lentamente hacia Pedro,le apoya su mano en el hombro,lo mira...
Pedro vio los ojos llorosos de Dios.
-Querido Pedro,ahora si has recorrido el mundo,concluyó.
Marcelo Rubèns Balboa✒
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