Pensar en lo imposible es el sillón de los cobardes,
y difícil es alcanzar las estrellas cuando aceptas en tu cielo a un propietario.
No me hables del destino
¡tan resignado!
ese dios que promete
es un sheriff con mucha bala,
los que ordenan el disparo se ríen a carcajadas.
Son ladrones sin rostro,
impunes asesinos de sueños,
son tu diablo,hermano,
apagando tu fuego.
Pensar en el futuro ceyendo que tus manos solo pueden trabajar para engordar las arcas de lo establecido,
es rendirse a corto plazo,
es ser cómplice de una mentira de siglos.
No me hables del futuro,
cuando lo tienes en el presente,
son tus ganas,es tu rabia,
es tu puño crispado.
Si tus pupilas no divisan el horizonte es porque te están ganando la batalla, inminente derrota,eres invisible,caminando en el invierno impuesto,apenas respiras.
Riegas tus semillas
con agua contaminada,
crece el árbol en tierra infertil,
sus frutos serán amargos.
Pero, ¿sabes? ,no existen amores a medias,ni conquistas sin luchar,
el miedo es un hueco en el pecho
donde anida un corazón
partido por la mitad.
Compañero,levanta la cabeza,
que se haga carne la dignidad,
aún estás a tiempo,
¡ existe otro lugar !
(...)
Existe un lugar donde únicamente tú tienes la llave.
Inviolable cofre con ocho letras grabadas a fuego,llama inextinguible,chispitas que vuelan hacia el cielo de la noche más oscura,iluminándolo todo cuál estellas...
¡ tus estrellas en la aurora !
Marcelo Rubèns Balboa✒
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