Mirada que interroga a la noche,
a una de esas tantas noches de pastillas para no dormir.
Esas tristes pupilas ven pasar imágenes que se repiten,pasados y presentes,no divisan futuro.
Esta noche no hay luna por aquí,llueven cenizas,siente frío,y el miedo le presta su triste abrigo gris.
Ella quisiera volar bien lejos,pero la desolación carece de alas,no permite los vuelos libres.
Ella quisiera soñar aquel sueño,pero la pesadilla clavó sus garras en su piel blanca,el dolor sangra por esas heridas,no encuentra bálsamo para su cura.
Como quisiera cantar aquella canción de madre,de manos que acunan,que acarician junto con ese beso que calma llantos.
Contar las fantasías de mariposas,
de hadas y duendes,de brujas con manzanas;
pero el destino le susurra en el oído,ave de rapiña posada en su hombro,zumbido enloquecedor.
(...)
Ya no quiere más ruido,
solo quiere mirar en la profundidad del silencio;
se cierran las ventanas,ya no miran esas pupilas que nunca pudieron llorar.
Marcelo Rubéns Balboa✒
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