Me imaginé sin ti
Sin tu mundo que sería de nosotros,
¡oh Madre!
escudriñando entre árboles pintados te siento.
Me imaginé que te fuiste y no volvías,
y sentí el frío en mis manos,
en mi frente,
en mi corazón.
Sin tu noche la luna moriría,
las estrellas se caerían del cielo,
el sueño no levantaría su vuelo,
¡oh Madre!
sombras que me perturban.
(...)
Pero has vuelto iluminando mis pupilas,
¡oh Madre!
alejas por un instante mis fantasmas que la inconsciencia encarna,
¡oh Madre! ¡el futuro!
Sin tu sol,
sin tu día,
sin tu noche,
sin tus estrellas que nos guien,
¡oh Madre!...
no existen latidos sin tu latido.
Marcelo Rubéns Balboa✒
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