Una mirada viaja a través del universo,
quizás interrogada por tantos colores,
quizás sorprendida por el sueño
que abre sus párpados...
queriendo econtrar su planeta.
Una mirada sobre un potro que galopa sin rumbo en una constelación donde brilla la ausencia,
donde,quizás,su estrella que cree extraviada se esconde detrás de su alma...
o aún late en su corazón.
Una mirada que toca,
unas pupilas que sienten,
unas manos que acarician el viento,
unos dedos que gritan,
una boca que calla...
unos labios pintados por aquellos besos.
Una mirada congelada en unas llamas que arden,
o quizás ya sean brasas que lentamente se apagan.
Una mirada que quizás esté esperando el milagro del tiempo,
o solo lanza sus plegarias al cielo,
donde habita el dios caprichoso...
que comanda los suspiros eternos.
Marcelo Rubéns Balboa✒
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