Voy caminando,
van mis pies sobre
el espejo que refleja el paso de mi tiempo.
Yo sé que soy libre,
pero... ¿por qué siento que la culpa de algún delito me condena?
¿Está en el libro ocre ese salmo que me quiebra y nos quiebra de la peor manera?
Mientras tanto,quisiera saber que nos va va a ocurrir:
¿Se suicidará el alba?
¿La sangre de este mundo se seguirá derramando?
El relojero y su razones me enferman.
De su reloj sólo escuchamos un desafinado tic tac ¿por qué?...
¿para qué?...
el pasto está largo y es lento
el paso de las ovejas comiendo bajo la nubes que siempre amenazan con tormentas.
Pero,quizás...
Quizás mañana amanezca otro día,
quizás ya las ovejas no sean rebaño,
quizás no sigan comiendo pasto a lo bobo,
quizás nuestro reloj pueda marcar horas más altas.
Quizás se enciendan las estrellas y el cielo sea un lugar donde todas las pupilas puedan brillar.
Quizás al viejo relojero se le detenga su reloj y muera de decrépitos siglos.
Quizás no resucite,
quizás nadie lo esté esperando,
quizás dejemos de cargar cruces,
quizás no nos coronen más con espinas.
Quizás nazca
un nuevo relojero,
o aún mejor,
¡muchos relojeros!
que ajusten el tic tac...
de un mundo nuevo.
Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa✍
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