A veces,los sueños nos soplan vientos que transportan semillas hacia nuestras manos,y,sin dudar,sembramos.
Luego cae esa lluvia bendita,
los sentidos se lenan del aroma a tierra mojada,respiramos,
nos colma de ganas,de paz,
de alegrìa compartida.
Como por arte de magia se despeja el cielo,sentimos el càlido sol,
las vemos germinar,nacen las flores que aroman mundos diferentes,
nos gusta,no queremos despertar.
Pero,inevitablemente,despertamos.
La realidad nos agobia,
recordamos nuestro sueño,
lo creemos imposible,
y la rutina se impone.
Entonces...
Si pensamos que nuestros sueños no se pueden realizar,en consecuencia,cuando apoyamos la cabeza en nuestra almohada,no estamos soñando,estamos sufriendo...
una cobarde pesadilla.
Marcelo Rubéns Balboa✒
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