Cuando Morfeo abre la puerta de sus dominios todo es un temporal de sueños,
caprichoso "Dios" que le gusta jugar,
entonces,te muestra a tu niño,ese que fuiste.
Le sigues el juego,
te gusta jugar,
vuelas por su mundo,
aquél,que abandonaste hace tiempo.
Pero,este "Dios" generoso te lo devuelve,
desafiando a Cronos,
que le da por hacer sonar campanas,
esas,que te recuerdan que el niño creció.
¡Me voy con Morfeo!...
Silencio...
Que no se entere Cronos.
Marcelo Rubéns Balboa✒
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