Cuando el àguila deja su nido y se dispone a surcar los cielos trae siempre consigo la destrucciòn,
la muerte.
Cuando el àguila se lanza contra su presa no hay quièn la detenga,
sus garras acaparadoras no tienen piedad,y se hace fuego en la tierra destrozando nidos donde el futuro quiere nacer y crecer.
Cuando al àguila se le despierta el apetito solo resta esperar grandes banquetes,donde sobre mesas ajenas robarà todo lo que pueda,porque su nido es grande y necesita abastecerlo,principalmente de ese licor negro que hace volar muchas àguilas,que a su vez seguiràn buscando otros nidos para saquear,dejando a su paso desolaciòn,dejando plantada su semilla oscura del miedo,
Cuando al àguila se le despierta el apetito solo resta esperar grandes banquetes,donde sobre mesas ajenas robarà todo lo que pueda,porque su nido es grande y necesita abastecerlo,principalmente de ese licor negro que hace volar muchas àguilas,que a su vez seguiràn buscando otros nidos para saquear,dejando a su paso desolaciòn,dejando plantada su semilla oscura del miedo,
su marca sobre las frentes de los que pretendan revelarse.
El àguila de la muerte pretende volar nuevamente...
y lo peor que muchos le seguiràn el vuelo.
Marcelo Rubéns Balboa ✒
No hay comentarios.:
Publicar un comentario