Entrada ¨Lagrimas¨

🔹️"El arte,el artista y otras cuestiones"

🔹️Marcelo Rubéns Balboa《Artista plástico,Montevideo,Uruguay🇺🇾》 En la actualidad,estamos inmersos en un mundo alocadamente globalizado,don...

jueves, 11 de diciembre de 2025

☭ "Los cuadros pasan,pero el Partido queda" ☭


☭ ¿Por qué el Partido Comunista del Uruguay necesita un cambio de cuadro?

Hay momentos en la historia de una organización en los que la brújula parece temblar,no porque se haya perdido el norte,sino porque quienes la sostienen ya no están a la altura del camino que la clase trabajadora exige transitar. 
Es entonces cuando surge una verdad dura,pero necesaria: los cuadros pasan,pero el Partido queda.
Y cuando los cuadros dejan de representar la energía,
la claridad,la audacia y la disciplina revolucionaria que la época demanda,el Partido —si quiere seguir siendo Partido— debe cambiar.

El Partido Comunista del Uruguay,con toda su tradición de lucha,sacrificio,persecución y coherencia histórica,enfrenta precisamente ese dilema.
En su larga trayectoria se ha levantado como una columna vertebral de ideas,valores y principios que no envejecen. 
Pero los cuadros dirigentes sí pueden envejecer políticamente,no por el paso del tiempo,sino por el desgaste ideológico,por el acomodo,por la tibieza programática o por la incapacidad de leer el pulso real del pueblo trabajador.

Hoy,en un Uruguay golpeado por la desigualdad,un Frente Amplio fragmentado en tensiones internas,y una derecha que avanza con descaro neoliberal,el Partido necesita algo que no es cosmético ni superficial: necesita un recambio de cuadro,un reimpulso,un sacudón interno que le devuelva su filo.
Porque cuando el cuadro no orienta,confunde.
Cuando el cuadro no enfrenta,justifica.
Y cuando el cuadro deja de incomodar a los poderosos, deja de servir al pueblo.

☭ Un partido sin audacia deja de ser una herramienta de combate ☭

La máquina del capital avanza sin descanso: precariza,endeuda,compra conciencias,penetra territorios,captura instituciones.
En este escenario,un Partido Comunista no puede darse el lujo de ser contemplativo ni protocolar.
Tiene que ser punta de lanza,no adorno democrático.
Tiene que ser ruptura,no comentario de coyuntura.
Tiene que ser iniciativa,no acompañamiento silencioso.

Cuando los cuadros se acostumbran a la comodidad institucional,a la lógica electoral o al temor al conflicto,el Partido pierde su rol de vanguardia.
Y el pueblo lo siente,porque deja de ver en él una fuerza que lo represente en su totalidad,con sus dolores,sus deseos,sus urgencias.

🗣️La militancia está viva: exige claridad y coraje:

En las bases,en los sindicatos,en los barrios,en la juventud trabajadora,el espíritu comunista sigue palpitando con la fuerza de siempre. 
La militancia no está agotada. 
Lo que está agotado,en muchos casos,es un estilo dirigencial que ya no conecta,que ya no inspira,que administra pero no conduce.

Los comunistas no estamos para administrar.
Estamos para transformar.
Estamos para organizar la esperanza en fuerza material.

Y para eso se necesita un tipo de cuadro distinto: uno que escuche,que analice,que dispute ideología con precisión,que no baile al ritmo del progresismo edulcorado,que no tema hablar de lucha de clases,que no tema confrontar incluso dentro del propio campo popular cuando la línea se desvía.

🔸Un Partido fuerte necesita cuadros fuertes ☭

El recambio no es un acto punitivo ni una ruptura traumática. 
Es una necesidad histórica. Un Partido comunista que no renueva sus cuadros se fosiliza.
Y un Partido fosilizado no sirve a la clase trabajadora: solo la decora.

El PCU tiene el legado,tiene la historia,tiene la moral,tiene los mártires y tiene la línea programática para volver a ocupar un lugar central. 
Lo que necesita es recuperar una conducción 
a la altura de ese legado,cuadros que vuelvan 
a poner la estrategia,la claridad,el internacionalismo,la lucha de clases y la ideología marxista-leninista en el centro de toda acción.

🔸Cambiar cuadros no es un lujo ni un capricho: es un deber con el pueblo.🔸


↪️En conclusión:

Los nombres pasan.
Las coyunturas pasan.
Los acuerdos circunstanciales pasan.

Pero el Partido queda.
Y porque queda,debe ser capaz de renovarse para seguir siendo lo que fue y lo que debe seguir siendo:
la herramienta política de la clase trabajadora en su camino hacia la emancipación.

❗Somos el Partido del gran Lenin❗

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

•La soberbia neoliberal como programa: el ministro que niega el debate y desprecia al movimiento obrero •🅿️or Marcelo Rubéns Balboa ✍️


Cuando el ministro de Economía y Finanzas Gabriel Oddone afirma con contundencia que “no hay más debate tributario en este período por iniciativa del Poder Ejecutivo,que es el único que tiene iniciativa”,no solo está marcando una posición técnica: está dejando al desnudo una concepción de poder. 
Una visión cerrada, jerárquica,profundamente elitista,donde la sociedad queda relegada a mero espectador mientras unos pocos deciden el rumbo económico del país.

Oddone “valora” —en abstracto y desde la comodidad del despacho— la propuesta del PIT-CNT en la “opinión pública”,pero simultáneamente dicta una sentencia que busca clausurar cualquier posibilidad de incidencia real de los trabajadores,de los sindicatos,de las organizaciones sociales y de la ciudadanía movilizada. 
Ese doble discurso es típico: escuchan para decir que escuchan,pero deciden como si no hubieran escuchado nada.

🔸El gesto autoritario del neoliberalismo:

En el fondo,la frase de Oddone destila lo que siempre ha caracterizado al neoliberalismo en el poder:

La idea de que la economía es un terreno técnico reservado a “expertos”.

El desprecio por la participación popular.

La minimización del conflicto social como si fuera un obstáculo y no una expresión legítima de la democracia.

La convicción de que gobernar es administrar las decisiones previamente tomadas por los intereses del capital.


“No hay debate porque lo digo yo” no es una frase aislada: es una forma de gobierno. 
Es la misma matriz que desmantela derechos laborales mientras habla de “modernización”,que reduce impuestos a los grandes capitales mientras exige sacrificios al pueblo trabajador,que presenta la desigualdad como un daño colateral inevitable.

🔸La clausura del debate como mecanismo de poder:

La economía,entendida desde una perspectiva democrática,es el campo donde se decide quién paga la crisis,quién se beneficia del crecimiento,quién accede a derechos y quién queda afuera. 
Negar el debate tributario es,en esencia,blindar la estructura fiscal que favorece a los de siempre: a los grandes patrimonios, 
a los exportadores concentrados,a las élites financieras.

Cuando el ministro afirma que el Ejecutivo “es el único que tiene iniciativa”,lo que realmente está diciendo es que no está dispuesto a ceder un centímetro a las demandas de quienes viven de su trabajo. 
Esa negativa revela miedo: miedo a que la discusión desnude la injusticia del sistema tributario,miedo a que la presión social obligue a introducir medidas redistributivas,miedo a que los trabajadores planteen una agenda que cuestione el orden neoliberal.

🔸La respuesta obrera: donde el poder real se construye:

El PIT-CNT instaló un debate incómodo para el gobierno: la necesidad de un sistema tributario más justo,donde los que más tienen aporten más y donde el peso fiscal no caiga —como ocurre ahora— sobre los salarios y el consumo popular.

La reacción del ministro confirma que la propuesta tocó un nervio sensible.
Confirma que la discusión fiscal no es técnica: es política.
Confirma que la correlación de fuerzas es lo que define qué se discute y qué se cierra.

Y confirma,sobre todo,que el movimiento obrero mantiene una capacidad intacta: poner temas en la agenda que el poder quisiera ignorar.

La historia demuestra que ningún derecho fue concedido desde un ministerio,y mucho menos desde un ministerio neoliberal. 
Los derechos,las conquistas,los cambios estructurales nacen de la lucha organizada,de la presión popular,de la movilización en las calles.

🔸Un país no se gobierna sin su pueblo:

El desprecio del ministro hacia la deliberación social expresa algo más profundo: la pretensión de gobernar un país de espaldas a quienes lo sostienen. 
Pero incluso el neoliberalismo más arrogante sabe que no puede hacerlo sin generar resistencias; que cada intento de clausura del debate abre una fisura por donde entra la rebeldía popular.

El pueblo trabajador,las organizaciones sociales,el movimiento sindical y los sectores populares no necesitan permiso del Poder Ejecutivo para debatir el país que quieren. 
Y menos aún para defenderlo.

Porque,aunque un ministro declare que el debate está cerrado,la realidad social lo desmiente cada día.
Porque el hambre,la desigualdad,los privilegios y las injusticias no desaparecen por decreto.
Y porque el pueblo —cuando se organiza— es siempre el verdadero poder constituyente.

(...)

🔸Cuando el ministro dice que “el 1% no existe en ningún lugar del mundo”

La afirmación de Oddone de que “el 1% no se aplica en ningún lugar del mundo” pretende funcionar como un argumento técnico,pero en realidad revela otra cosa: 
la defensa cerrada del privilegio fiscal de las élites. Porque si algo ha demostrado la economía global contemporánea es que el 1% más rico —en cualquier país— concentra una porción obscena de la riqueza y ejerce un poder desproporcionado sobre el conjunto de la sociedad.
Decir que un impuesto específico al 1% “no existe” equivale a justificar la inacción,no a demostrar su inviabilidad. 
Durante décadas,numerosos países han aplicado impuestos extraordinarios a grandes patrimonios,a fortunas acumuladas,a ganancias excepcionales o a concentraciones desmedidas de capital. 
Lo que “no existe” es la voluntad política de hacerlo cuando gobiernan sectores subordinados al poder económico.

El 1% es una categoría política antes que fiscal: 
es el símbolo mundial de la desigualdad,la expresión numérica de cómo una minoría ínfima vive con niveles de acumulación que no se generan por méritos individuales sino por estructuras que reproducen privilegios. 
Si Uruguay no posee un impuesto directo y progresivo a ese 1%,el problema no es técnico: es ideológico. 
Es la decisión de proteger a los más ricos mientras se le pide austeridad al resto.

Por eso la frase de Oddone no describe un hecho,sino una renuncia.
Una renuncia a la justicia tributaria,a la redistribución, y a la posibilidad de construir un país donde quienes más tienen aporten en proporción a lo que concentran.
Y cuando un ministro de economía renuncia a corregir la desigualdad,lo que realmente está haciendo es administrarla en favor de los de siempre.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

miércoles, 10 de diciembre de 2025

🔸"El valor de una comunidad representa su trabajo acumulado" 👷



El valor real de una comunidad no se mide en billetes,en inversiones externas ni en estadísticas frías diseñadas para maquillar desigualdades. 
El valor de una comunidad —su dignidad,su fuerza y su capacidad de proyectarse hacia el futuro— es el resultado directo de su trabajo acumulado: del esfuerzo cotidiano de quienes la conforman y la sostienen,muchas veces en silencio,sin reconocimiento y sin los derechos que realmente les corresponden.

Una comunidad es,ante todo,una obra colectiva levantada por generaciones de manos callosas. 
Allí donde algunos solo ven calles,casas y comercios,lo que en verdad existe es la historia sedimentada de infinitos días de labor: 
obreros que forjaron estructuras,maestras que educaron a los hijos del barrio,enfermeras que sostuvieron la salud de todos,mujeres que cargaron con el doble peso del trabajo formal y el trabajo invisibilizado del hogar,jubilados que dieron su vida productiva por un porvenir que muchas veces llega menguado. 
Cada uno de esos aportes es trabajo acumulado,y en su conjunto constituyen la riqueza verdadera de cualquier sociedad.

Pero el sistema dominante intenta apropiarse de ese valor. 
El capitalismo ha perfeccionado el arte de capturar el trabajo acumulado de la comunidad y convertirlo en ganancia privada,despojando a los trabajadores del fruto integral de su esfuerzo. 
No es casual que las zonas con mayor productividad popular sean,paradójicamente,
las más empobrecidas bajo el régimen de la explotación. 
El capital extrae,concentra y exporta: se enriquece con el trabajo ajeno y deja tras de sí comunidades exhaustas,pero nunca derrotadas.

Porque en ese trabajo acumulado también reside la memoria colectiva y la fuerza de resistencia. 
Allí se encuentra la conciencia de que nada de lo que existe fue un regalo de las élites ni una concesión del mercado: cada derecho conquistado surgió de la lucha obrera,de la organización de base,de la solidaridad entre vecinos,de la convicción profunda de que el progreso no puede ser un privilegio sino un bien común.

Por eso,cuando una comunidad reconoce que su valor está en su propio trabajo,da un paso gigantesco hacia la emancipación. 
Empieza a comprender su potencia histórica: 
la capacidad de construir,de transformar y de gobernar su propio destino. 
La comunidad trabajadora no necesita permiso para existir; es ella misma la que sostiene la vida social. 
Sin su esfuerzo,ningún empresario,ningún parlamento y ninguna corporación podría operar siquiera un minuto.

Reivindicar que “el valor de una comunidad representa su trabajo acumulado” es devolverle centralidad a aquello que los poderosos buscan ocultar: que el verdadero motor de la sociedad es el pueblo organizado,no los especuladores. 
Y que allí donde el pueblo toma conciencia de su aporte,también emerge la posibilidad de un nuevo horizonte político y social,uno donde la riqueza no sea secuestrada por unos pocos,sino distribuida entre quienes realmente la producen.

Porque al final,la historia lo demuestra una y otra vez: el valor de todo lo humano proviene de quienes trabajan,crean,construyen y luchan. 
Y cuando una comunidad reconoce esa verdad,se vuelve invencible.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️ 

martes, 9 de diciembre de 2025

"Canto Revolucionario" •°


🗣️“En la resistencia está todo el hidalgo valor de la vida” (Carlos Alberto Solari)

(...)

I

En el amanecer rojo de los pueblos cuando el sol lucha por romper la niebla y los campos huelen a promesa herida,se escucha un murmullo que crece,un rumor antiguo como los abuelos,más firme que el acero recién forjado: el murmullo de los que resisten.

No es canto de salón,no es poema para bibliotecas dormidas; es el canto que se hace con la garganta rota,con el pecho cruzado de cicatrices,con los ojos que aprendieron a ver más allá del miedo y de la noche.

Porque allí,en la resistencia que brota como fuego,está el hidalgo valor de la vida.

II

Avanzan los hombres y mujeres del pueblo con pasos que no miden la distancia sino la dignidad.
A cada metro conquistado
la historia toma nota.
A cada compañero que cae
la memoria se levanta 
como columna de mármol vivo.

No marchan por gloria,
ni por medallas de cartón,
ni por aparecer en manuales escritos por cobardes.
Marchan por ese pulso misterioso 
que agita el corazón de los humildes
cuando el abuso quiere hacerse destino.

Marchan y no retroceden,
aunque el viento traiga olor a traición y la tormenta parezca interminable.

III

En las barriadas,donde la vida es dura como piedra sin pulir,las madres enseñan a sus hijos que la dignidad no se negocia.
Los obreros atesoran en sus manos el rumor de las máquinas como si fueran tambores de combate.
Los jóvenes,que heredaron un mundo en ruinas,cargan en sus espaldas la tarea titánica de construir el que viene.

Y el viejo militante,el que vio caer a sus compañeros y siguió de pie,
mira hacia adelante con la certeza
de que nada que valga la pena se conquista sin resistencia.

Porque resistir es decirle 
al opresor que no,
no hoy,no mañana,
no nunca.
Es recordarle que puede dominar la tierra,pero jamás el espíritu.

IV

Y cuando la noche parece eterna y la sombra del tirano se alarga como una bestia devorando calles,surge el acto más heroico:
el pueblo que no se rinde.

Se enciende un faro en cada casa donde se comparte el pan,en cada mano que pasa la palabra,en cada mirada que dice “aguantemos”,en cada paso que se da sin saber si habrá retorno.

Porque la resistencia no promete mañanas fáciles,pero garantiza una cosa:
que el mañana exista.

V

Entonces el canto crece.
Cruza ríos,atraviesa montes,
sacudelos techos de lata,
entra en las fábricas desiertas,hace temblar los palacios donde el poder se cree inmortal.
Es un canto que rompe cerrojos,que despierta conciencias dormidas,que une al solitario con la multitud.

Cantan los que ya no están,
con voces que llegan desde la memoria.
Cantan los que están por venir,porque la resistencia también siembra futuro.
Y canta el presente con su dolor y su furia,con su esperanza hecha de uñas y dientes.

VI

Y así avanza la marcha,al ritmo del pueblo despierto,al compás del tambor del corazón colectivo.
Cada golpe es un “basta”,
cada paso es un “aquí estamos”. 
El horizonte tiembla,porque sabe que está naciendo algo grande.

Y cuando por fin la noche se quiebra y la primera luz asoma con vergüenza,
descubre en la colina a un pueblo erguido,invicto,transformado en su propia leyenda.

No hay monumento que pueda contener esa fuerza que brota de abajo,de los que nunca tuvieron privilegios pero sí tuvieron coraje.

VII

Por eso,en cada tiempo,
en cada lucha,en cada barrio que se enfrenta a la opresión,debe repetirse esta verdad simple y eterna:

"En la resistencia está todo el hidalgo valor de la vida."

No en la obediencia.
No en el silencio.
No en doblar la cabeza.

La vida vale porque se defiende.
La dignidad existe porque alguien se planta.
Y la historia avanza
porque el pueblo aprende a decir: Aquí no pasarán.

VIII

Que lo escuchen los poderosos,los traidores disfrazados de amigos,
los que venden principios por cargos,los que creen que un pueblo se domará para siempre: mientras exista un solo corazón rebelde,una sola mano dispuesta a levantarse,una sola voz que diga “hasta acá”,la llama seguirá viva.

Y esa llama —aunque quieran apagarla— será faro,será bandera,será camino para los que vienen atrás.

Porque en la resistencia,
en ese gesto sublime y colectivo de no dejarse arrodillar,late lo más noble,lo más humano,
lo más eternoque tiene nuestra especie.

La vida,sí.
Pero la vida con hidalguía,
con historia,con sentido.
La vida que se planta y dice:
somos pueblo… y seguimos de pie.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️

jueves, 4 de diciembre de 2025

👷 “La clase de los proletarios y el partido de los proletarios”☭ 🅿️or Marcelo Rubéns Balboa✍️


La historia de las luchas sociales demuestra que ninguna clase explotada ha logrado emanciparse sin una organización política capaz de sintetizar su experiencia,su fuerza y su horizonte histórico. 

En el caso del proletariado —la clase trabajadora moderna surgida del capitalismo industrial y financiero— esa organización histórica es el Partido Comunista,expresión avanzada y consciente de un proceso que nace en las fábricas,en los talleres,en los barrios obreros y en cada espacio donde el trabajo humano es convertido en mercancía.

🔸1. La clase obrera: sujeto histórico de la transformación: 

El proletariado no es únicamente un conjunto de trabajadores asalariados; es la clase que,por su posición en el sistema capitalista,no posee medios de producción y,por lo tanto,solo puede vender su fuerza de trabajo. 

Esa condición,originalmente impuesta,se transforma históricamente en un potencial revolucionario: al ser la clase mayoritaria, colectiva en su producción y sometida a una explotación común,desarrolla una identidad de intereses que atraviesa fronteras nacionales,culturales y étnicas.

El trabajador no lucha solo por un salario más alto: lucha por relaciones sociales nuevas. 

En cada huelga,en cada organización sindical, en cada conquista laboral,aparece la intuición profunda de que la explotación no es un accidente,sino la forma de funcionamiento del capitalismo. 

Por eso,la conciencia obrera avanza desde lo inmediato hacia lo político,y desde lo político hacia lo estratégico.

🔸2. La necesidad de un partido propio:

La clase obrera por sí sola acumula experiencia,pero esa experiencia necesita ser interpretada,sistematizada y convertida en un programa. Allí aparece el rol del partido de los proletarios.

Un partido de la clase obrera no es un simple instrumento electoral ni un aparato administrativo: es una organización que encarna la conciencia más avanzada del proletariado. 

Es la síntesis de la historia de las luchas obreras,de su teoría revolucionaria y de su programa para transformar radicalmente la sociedad. Por eso Marx,Lenin y tantos otros insistieron en que sin partido no hay victoria, porque la espontaneidad —aunque poderosa— queda atrapada dentro de los límites que el propio capitalismo impone.

El partido proletario,en su forma más elevada,debe tener disciplina,claridad ideológica y una lealtad absoluta a la causa obrera. Debe ser capaz de resistir las presiones del oportunismo,del reformismo y de las modas políticas que buscan diluirlo en un “frente amplio” sin identidad de clase. 

Y debe,sobre todo,mantener viva la llama de la independencia política del proletariado frente a la burguesía y sus múltiples disfraces.

🔸3. La relación dialéctica entre clase y partido:

No existe partido proletario sin clase proletaria,pero tampoco existe clase proletaria plenamente consciente sin partido. 

La relación es dialéctica: el partido aprende de la clase,de sus luchas reales,de sus dolores y victorias; pero a su vez orienta,eleva,organiza y da dirección estratégica al movimiento.

Cuando el partido abandona esta función —cuando se burocratiza,cuando asume posiciones reformistas,cuando renuncia a la lucha de clases o se entrega a alianzas con la burguesía— deja de ser partido de los proletarios y se convierte en un reflejo de la superestructura dominante. Y cuando la clase obrera carece de un partido revolucionario,su fuerza se fragmenta,se dispersa y termina canalizada por opciones políticas que, aunque se presenten como “populares”,mantienen intacta la lógica capitalista.

🔸4. El horizonte histórico: el socialismo y la emancipación humana:

El partido de los proletarios no tiene como meta la administración “más justa” del capitalismo. 

Su objetivo histórico es abolir las relaciones de explotación,socializar los medios de producción y construir una sociedad donde el desarrollo humano no esté subordinado al lucro privado.

La clase obrera —al ser creadora de toda la riqueza social— es la única fuerza capaz de llevar adelante esta transformación. 

Y el partido proletario es el instrumento consciente que permite convertir esa capacidad objetiva en una acción revolucionaria organizada.

🔸🔸En Conclusión:

Hablar de la clase de los proletarios y de su partido no es un ejercicio académico: es un llamado a recuperar la esencia del movimiento obrero. 

Allí donde la explotación continúa,donde el capital concentra poder y destruye vidas,resurgen las condiciones para la reconstrucción de un partido verdaderamente proletario,independiente de la burguesía y fiel a la transformación socialista.

El proletariado es la columna vertebral de la humanidad trabajadora. 

Su partido,cuando es auténtico y combativo,es la brújula que permite orientarse en medio de la tormenta. 

En esa alianza profunda —clase y partido— reside la posibilidad real de una sociedad nueva.

Ⓜ️arcelo Rubéns Balboa ✍️